20 de mayo de 2018

Historia de la carretera de Sóller - Palma

 Por Lorenzo Miró.

Vista aérea de la carretera de Sóller en 1969

Viejo camino de mulas del Barrach
Por la Real Orden del 10 de agosto de 1833, se autorizaba la construcción de la carretera de Sóller-Palma, con la anchura suficiente para circular por ella los carros. Mucho tiempo estuvo en el ánimo de nuestros antepasados el llevar a efecto la realización de este sueño que, pese al bien inmediato que había de reportar a nuestra población, por motivos de discrepancia surgidos entre los organismos que promovieron la empresa, no fueron realidad hasta la fecha indicada. El año siguiente, 1834, el 22 de septiembre (fecha que bien merece ser grabada en nuestra historia local) comenzaron las obras de construcción de la moderna vía, que dejaría para siempre inutilizado el viejo y agreste camino que nos unía con la capital. Levantar los planos de la moderna carretera correspondió a Don Lorenzo Abrines y a Don Juan Sora, encargado este de la construcción del primer tramo, comprendido entre Sóller y el Puente d'en Valls y aquel del tramo comprendido entre el citado Puente y el predio de Alfabia.


Tráfico de carros en la nueva carretera
El primer trozo fue terminado el año siguiente de inaugurarse las obras, en 1835, y doce años después, en 1847, diose cima a las obras del segundo. Bover cita en su « Cronicón » que Don Bartolomé « Grech » -Mayal de apellido- fué el primero que recorrió en su carruaje la reciente carretera y que, al pasar por la ciudad, el vecindario salía a verle y ovacionarle como un espectáculo nunca visto. Terminose para Sóller, a partir de este momento, el aislamiento a que se veía obligado por su especial situación geografica, causa de sus difíciles vías de comunicación. Con la construcción de la nueva carretera acrecentose sobremanera, el desarrollo del comercio de importación y exportación que hasta este momento se hallaba relativamente estacionado por la dificultad de tránsito y transporte por el viejo camino que nos unía con la capital. El sollerense vió entonces abiertas las puertas de la prosperidad en un abrir y cerrar de ojos.

Desde este momento hasta la construcción de la vía ferrea, las hortalizas, tomates, pimientos y toda clase de frutas, naranjas, manzanas, etc... eran transportadas a Palma la vispera de los días de mercado. A partir de las nueve de la noche podía observarse la procesión de carros cargados de mercancía que enfilaban la cuesta del Coll, procesión que duraba hasta las 12:00 de la noche saturando a su paso, el ambiente de olor de mirto con que, generalmente, iban embaladas las mercancias para preservarlas del inevitable traqueteo que ocasionaba su transporte. En las oscuras noches de invierno y muchas veces con el camino cubierto de nieve, sólo con la debil luz que irradiaba el farol de aceite colgando del carro entoldado, el carretero dormitaba tranquilo cubierto de mantas y confiaba a los mulos el camino que conocían por sus muchos viajes. Algunos trajinantes, para ayudar a los mulos a subir la carga por la cuesta del Coll, adherían a sus carros un asno que desenganchaban al rematar la cuesta. El instinto del animal le conducía entonces de nuevo al establo pudiendo versele pasar solo por las calles de nuestra ciudad.

Diligencia de Sóller
- Servicio de diligencias -
Poco después, otros acometieron la empresa de constituir otras compañías. Las necesidades de los ciudadanos fueron causa de que algunos vieran en la aportación de carruajes para facilitar el transporte de viajeros un negocio a explotar y montaron servicios de diligencias con uno o dos coches y caballos o mulos de repuesto. Había en Sóller dos compañías que tenían la exclusiva del servicio de diligencias: la de « Mestre Tofol», cuyo punto de partida era C'an Mariaina y la de « Mestre Pep d'es Bern ». Dichas diligencias tenian por parada en la capital, respectivamente, frente a la iglesia de San Miguel -en una taberna que en otro tiempo existió allí- y en la misma calle de San Miguel, frente al establecimiento de « La Filadora ». Cada diligencia iba tirada per tres caballerias, alcanzó renombre por su ligereza una mula de « Mestre Pep » a la cual denominaban « Na Parreca » que hacía el recorrido Sóller-Ca'n Penasso-Sóller. En los ultimos tiempos, Mestre Tofol tenía también como celebre un hermoso caballo blanco. La salida de nuestra ciudad se efectuaba a las primeras horas de la madrugada, alrededor de las 3,30. El regreso se efectuaba alrededor de las 14:00 de la tarde. La posada en que se realizaba el cambio de caballerias era en C'an Penasso, en donde el viajero encontraba siempre singular acogida y unos minutos de descanso en el penoso viaje. Los días de invierno eran cuando más se prolongaban los altos en esta hospedería al calor de la lumbre y de unas copas de coñac.


Siempre había gran demanda de pasaje en cualquier día
Poco antes de la construcción del ferrocarril, Don Cayetano Pomar montó un servicio de coches para viajes particulares, cuyas oficinas instaló en el lugar donde están enclavados actualmente las del  "Gas" (sic). Estos cochés eran rapidos, empleando en el recorrido Sóller - Palma unas dos horas y media y en ocasiones menos. Don Cayetano, que tenía a la disposición del vecindario tres o cuatro coches de esta clase, llegó a ser una persona muy popular en nuestra ciudad. Como el número de viajeros que podían transportar los coches diligencias era limitado -de 12 a 13 personas a lo sumo- la adquisición de pasaje constituía a veces un problema. Un día antes del viaje tenían que hacerse con ellos. Los dormilones daban, además, su nombre y señas particulares de su domicilio a los serenos de turno para que los despertasen por la mañana. Tanto arraigó esta última costumbre que, posteriormente, se colocó una pizarra en el Ayuntamiento en la cual los interesados anotaban su dirección ahorrandose el trabajo de avisar personalmente al guardia nocturno que, sin ulterior molestia, se comprometía a despertarles con la antelación suficiente para llegar a tiempo de alcanzar la diligencia. ♦


9 comentarios:

  1. Gracias FAM por este estupendo relato sobre la antigua carretera de las vueltas y los servicios de transporte, solo tengo una pregunta y es: ¿por donde se accedía a Soller antes de 1830? Evidentemente el municipio de Soller hace miles de años que está habitada.

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    Respuestas
    1. Pues por el camino de mulas que se ve en la 2ª foto del articulo. Pero la mayoría de veces el transporte se hacía por mar; de personas y toda clase de cosas.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    3. Molt bon reportatge i expicació . Gràcies. Els documents antics tenc entés que parlaven d'anar a Ciutat "a coll de bisti", "a coll d'ase" o similars. La segona fotografia crec que és tracta més bé del conegut com a "barranc" o "barranc de Biniaraix" (no, per error segurament, "barrach"). Com exemple està molt bé perque el "camí vell de Palma" segur que tenia una tipologia similar (se'n conserva algun bocí). No pens que hi hagi fotografies del camí vell, ni que aquesta fos de abans de 1847 amb tanta qualitat.

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  2. Extraordinario reportaje, me ha gustado mucho. Gracias.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Me ha encantado conocer esta historia de la carretera de Soller. I pens que serie penos anar.hi tan carregat amb carros o mules. En aquets cas "visca la modernitat.

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  5. Cayetano Pomar fue mi bisabuelo. Siempre mi madre,Margarita Pomar Segura me cuenta de esas historias de Mallorca,mi segunda
    Patria.
    Saludos desde Argentina
    Anibal Cristobal Rodriguez Pomar

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  6. Esa carretera la recorrí hacia 1975, impresionante el perfil y peligro que percibí, aún la recuerdo con mucho cariño y con nostalgia.Un afectuoso saludo a los mallorquines

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