2 de enero de 2019

La pelicula maldita del franquismo, "El Crucero Baleares"



En la noche del 5 al 6 de marzo de 1938 se hundió el Crucero Baleares, este hecho mereció una película  que jamás llegó a  estrenarse, en lo que fue el caso más fulminante de autocensura del franquismo.

Por Lorenzo Miró


Cartel de la película "El Crucero Baleares"
Entre las producciones cinematográficas de posguerra española, no podía faltar una película sobre la gesta del crucero "Baleares".  Según Román Gubern, se atribuye la factura  del  film, además de los fines propagandísticos,  con el fin de “obtener buenas posiciones ante la competencia del cine alemán en España”.

    En 1940 la distribuidora cinematográfica Radio Films, filial de la RKO americana, bajo la marca ARTE FILMS,  decide llevar el asunto al cine, bajo la dirección del mejicano Enrique del Campo  y con argumento y guión literario de Antonio Guzmán Merino. El propio Director General de la empresa en España,  Emilio P. D. de Argüelles,  justificó la realización de la película: « conceptuábamos que el crucero Baleares es el sublime episodio naval de la Cruzada española, equivalente al que para el Ejército de tierra es el Alcázar de Toledo».
 

En octubre de ese mismo año comenzó el rodaje, que duró hasta principios de marzo de 1941. Los interiores se rodaron en Madrid, los exteriores se rodaron en Vigo, el Ferrol, Cádiz, San Fernando y Cartagena. Todas las escenas que transcurren en el "Baleares" se hicieron en el mejor escenario imaginable, su gemelo el "Canarias". Se aprovecharon escenas de maniobras de la Armada que se desarrollaban en aquellas fechas, e incluso se incluyeron escenas de la batalla naval de Jutlandia (primera guerra mundial) que intercaladas en las escenas bélicas, le daban gran realismo. Además, el Ministerio de Marina puso a disposición de la realización de la película varios destructores y torpederos del bando republicano, que aún estaban en servicio. La propia  Armada designó un delegado que tutelaría la producción  «no sólo ya en el guión previo, sino a lo largo de todo el rodaje de la película».


Programa de mano
La parte final de la película, el ataque y el hundimiento del "Baleares" se simuló con cinco maquetas de barcos que costaron 25.OOO ptas. cada una (estamos en el año 40, recuérdese) que se filmaron en una piscina de Barcelona con el mar al fondo, consiguiendo una sensación de realidad asombrosa para lo que eran los medios técnicos de la época. La escena del hundimiento se llevo a cabo, soldando una reproducción de media cubierta del crucero que, arrastrada por un submarino, reprodujo los últimos momentos de agonía del buque cuando la marinería canta el "Cara al Sol" y lo abandona. Como anécdota mencionar que el dueño de los estudios,  Serafín Ballesteros, donde se rodaron parte de las escenas del film, presentó un pleito a Radio Films por impagos de gastos contraídos por la realización de la película. La producción presupuestada inicialmenteen  800.000 pts.,  alcanzó la cifra final  de tres millones.

 
Acabada la producción, se anunció su estreno para el sábado de gloria 12 de abril en las principales ciudades de España, entre ellas Palma de Mallorca (se iba a estrenar en el cine Born). La censura del Estado había aprobado el visionado del filme, los periódicos habían anunciado el estreno, se había invitado a los supervivientes de la tragedia, elaborado la cartelera y programas  anunciando el film, cuando de forma sorprendente, dos días  antes del estreno, al final de una proyección privada que se había llevado a cabo en el Ministerio de Marina para un grupo  de jefes y oficiales, se acordó su prohibición, «sin paliativos ni atenuantes», ordenándose la recogida y destrucción del negativo y de todas las copias.


Programa de mano
 La película fue suspendida oficialmente por el Departamento Nacional de Cinematografía mediante una Orden telefónica del Subsecretario de Prensa y Propaganda. No se dio una explicación oficial, de lo que se convirtió en uno de los ejemplos de autocensura más drásticos de la España de postguerra. Se la calificó como contraria «a los intereses nacionales». Los motivos que se apuntaron fueron varios, la baja calidad de la película; excesiva importancia de la parte frívola de la película que contrastaba negativamente con el drama; no se reflejaban del todo correctamente los hechos ocurridos, etc... Según el investigador cinematográfico Carlos Fernández Cuenca, que ha investigado el asunto, las causas fueron varias:


Programa de mano
" En primer término, parece que la película carecía de los méritos que debieran corresponderle. Enrique del Campo trabajó con entusiasmo, pero sus dotes creadoras no eran muchas y empequeñecieron los momentos más prometedores, como la rebelión de la marinería y la muerte heroica de sus víctimas y como el ápice espectacular de la última secuencia. Más de la mitad del guión reducíase a vulgar comedieta de amores y amoríos con inadecuadas situaciones sainetescas. Se estimaba, en general, que la cercanía del triste suceso, considerado por algunos como consecuencia de un error de táctica, aconsejaba no tratarlo todavía, y menos en la forma superficial con que la película lo presentaban. Prevaleció  el criterio de la inoportunidad y de la insuficiencia temática. Y se acordó y se mantuvo la prohibición." 

Nunca podremos ver la película y juzgar nosotros mismos, debido a la censura y a la total destrucción de copias ordenada por el Estado Mayor y, a pesar de que en la época se intento, infructuosamente,  rehacer la misma. Lo que sí quedará para la historia y el recuerdo será el dramático  hundimiento del Crucero Baleares sobre el que existe en nuestro archipiélago la intención de producir un documental y desde Madrid hay otra iniciativa para bajar cámaras submarinas y filmar los restos del hundimiento.


Uno de los escasos fotogramas de la película que se salvaron

ARGUMENTO:
Tras unas pinceladas del ambiente de propaganda revolucionaria entre la marinería de Cartagena, se pasa a un baile en la Comandancia General de Marina, al que asiste un delegado del gobierno que pide a los jefes y oficiales de la Escuadra, ante el clima de inquietud que vive España, el apoyo incondicional a la República; ellos le contestan que defenderán a la Patria. Se plantea la cordial rivalidad entre los tenientes de navío Alarcón y Henestrosa por el amor de Elena hija del Vicealmirante. Este llama a Henestrosa y le encarga que lleve a el Ferrol un mensaje urgente y reservado, acompañando en el viaje a su esposa y su hija, que van invitadas por su amiga Ermelinda, una señorita remilgada y cursi, que trata de coquetear con los oficiales.

Estalla la sublevación del 18 de Julio, y "El Rubio" y "El Responsable" dirigen la rebelión de la marinería y los asesinatos de jefes y oficiales; entre las víctimas está el vicealmirante; el Teniente Alarcón es también arrojado al mar con las manos atadas, pero le salva el marinero apodado "Zafarrancho", que se tira tras de él y le corta sus ligaduras; los dos son recogidos por un barco italiano. Imágenes de la España Nacional: Sevilla, Salamanca, Burgos, Zaragoza, Somosierra. Henestrosa es nombrado profesor del buque-escuela "Galatea" pero se siente a disgusto porque quiere combatir , y solicita un puesto en el nuevo crucero "Baleares", que será botado enseguida.
 
El teniente Alarcón y "Zafarrancho", ascendido a cabo de mar, también irán en él. Henestrosa y Elena se han comprometido en matrimonio. El "Baleares" se hace a la mar, y pronto recibe su bautismo de fuego en combate con el "Libertad" y otros buques enemigos. Se suceden las proezas del nuevo crucero y su tripulación. Una noche, cuando Henestrosa está de guardia, un torpedo rojo alcanza al "Baleares" en la santabárbara; la nave, partida en dos, es una hoguera. Bajo las primera luces del día, los marinos, formados en cubierta y con las gorras en alto, cantan el Cara al Sol; el "Baleares" y sus hombres desaparecen bajo las aguas.


FICHA: "El crucero Baleares"
Producción: Radio Films, 1941.
Argumento y guión: Antonio Guzmán Merino.
Director: Enrique del Campo.
Fotografía: Hans Scheib y Francesco Izzarelli.
Asesor: Manuel Núñez.
Ayudante general: José María Alonso Pesquera.
Ayudantes de dirección: José Dardé y Francisco Zabala.
Secretaria de dirección: María Teresa Ramos.
Operador: Andrés Pérez Cubero.
Fotofija: Juan Gyenes.
Decorados: Antonio Simont. Constructor de decorados: J. Bootello.
Regidores: Francisco Cejuela y José Luis Jerez.
Maquillaje: Trude Lewicki y Carmen Gómez Cobo. Vestuario: María Teresa Barroso.
Música: Manuel L. Quiroga.
Sonido: Pavón.
Montaje: Jacques Saint-Leonard y Sara Ontañón. Estudios: Ballesteros, Madrid.
Duración: 85 minutos.

Reparto: Roberto Rey (teniente de navío Luis Alarcón),
Marta Ruel (Elena),
Tony D'Algy (teniendo de navío Fernando Henestrosa),
Manuel Morán («Zafarrancho»),
Pablo Álvarez Rubio (comandante de Estado Mayor),
Manuel Kayser (vicealmirante),
Juan Espantaleón (Jefe del Estado Mayor),
Julia Pachelo (Ermelinda), Fred Galiana («el peque»),
Joaquín Bergia («el rubio»),
Antonio Riquelme («el político»),
Manuel Miranda («el responsable»).


Bibliografía:
Jeroni FULLANA , Eduardo CONNOLLY ,  Daniel COTA (coautores libro “Crucero Baleares”, Editorial Lleonard Muntaner, 2000)


Palma 1955 (Parroquia de Santa Payesa)