18 de septiembre de 2011

El primer alumbrado público de la ciudad de Palma


Grabado de las murallas de Palma a principios del siglo XIX

Hasta hace algunos años se podía deambular de noche por encima del Dique del Oeste. Oreado por la brisa marina, uno podía emular a un vigía en el paso de guardia de una gran fortaleza. Encima del gran dique se oteaba la ciudad nocturna, que ofrecía un bello espectáculo fulgurante, donde miles de luces coloridas se elevaban, como queriendo, inútilmente, expandirse por toda la noche estelar. En cambio, a uno le puede espeluznar si intenta imaginarse cómo veía la bahía el marinero que allende los mares arribaba a Palma con el lubricán, allá por el siglo XVIII o en los siglos anteriores. En esa época no existía la iluminación pública y al llegar la noche las tinieblas se apoderaban de la ciudad. Los plenilunios y algunas fiestas veraniegas señaladas eran las únicas lumbrarias que osaban interrumpir aquellas horas lúgubres.

El alumbrado de las ciudades más pobladas llegó a mediados del siglo XVIII. Barcelona, por ejemplo, estrenó su alumbrado público, a base de farolas de aceite, en 1752. En cambio, Palma las pasó canutas para poder conseguir instalar farolas en sus calles. Nada más y nada menos que 23 años de gestiones municipales hicieron falta para ello.  Todo empezó con una real orden de Carlos III, dada a conocer el 11 de julio de 1786, en virtud de la cual se ordenaba que todas las calles de las ciudades de sus reinos fuesen iluminadas debidamente para mayor seguridad durante la noche. Los regidores de Palma hablaron por primera vez de cumplir este mandato dos años después de su publicación, concretamente el 8 de agosto de 1788. Como primera medida para poder ejecutar la orden, se resolvió medir las calles y plazas de Palma. Por otro lado, el secretario del Ayuntamiento, Juan Armengol, escribió una carta a su homólogo de Barcelona, José Ignacio Claramunt, para que les facilitasen un modelo de farol usado en la vía pública de aquella ciudad, así como el precio de cada unidad: "Muy Señor mío y de mi mayor estimación: Consecuente a tener que informar esta Ciudad al Real Acuerdo en asunpto de Alumbrado, paso a suplicar a V. m. se sirva remitirme un Farol de los que se sirven para el alumbrado de esa Ciudad con las varillas de Fierro que lo sostienen y demás menajes de su servicio, expresando el coste que han de tener dichos Faroles...". Tardó varios meses el ayuntamiento de la ciudad condal en enviar el farol que tenía que servir de modelo a la de Palma. Mientras tanto, el maestro mayor entregó las mediciones de las calles y el número de farolas que se debían colocar para conseguir el buen alumbrado de las mismas. 

La conclusión a la que llegó el funcionario municipal fue la siguiente: las calles y plazas de Palma sumaban en total 34.980 varas; las farolas se tenían que colocar a 30 varas de distancia unas de las otras; por tanto, en total se necesitaban 1.166 farolas. En octubre llegó la carta del secretario de Barcelona junto a la farola modelo. Claramunt informó detalladamente del precio del farol, que entre pitos y flautas (mecheros, palomillas, garruchas, llave...) subía a la cantidad nada desdeñable de 7 libras, catorce sueldos y tres dineros. El mismo día en que se recibió la carta de Barcelona, el secretario de Palma respondió dando las gracias. Aprovechó la misiva para volver a preguntar una serie de dudas acerca del alumbrado público, como cuántas farolas había colocadas en Barcelona, qué gasto anual suponía mantener el alumbrado y de qué fondos se proveía para satisfacerlo.
Los regidores de Palma enseguida advirtieron que había que bajar el coste de cada farol: renunciaron a que éste se pudiese subir y bajar con el sistema de poleas; miraron de reducir las caras del farol, de cuatro a tres para ahorrarse un cristal; pidieron diferentes presupuestos a fabricantes de faroles y a herreros; calcularon que se necesitarían unos treinta hombres para ocuparse de encenderlos y apagarlos... Todo ese esfuerzo fue en balde, ya que después de estudiar los presupuestos y hacer cuatro cálculos, el síndico personero se descolgó manifestando que el alumbrado era muy útil y necesario, pero consideraba más urgente gastar el dinero municipal en arreglar la Font de la Vila que abastecía de agua la ciudad, así como la recomposición de caminos cuyo estado era intransitable.

El intríngulis de la cuestión era que Palma, teniendo una superficie similar a la de Barcelona, sólo era habitada por unas 30.000 personas, mientras que en la capital catalana habitaban unas 120.000. Por tanto, instalar el alumbrado público suponía una pesada carga fiscal sobre los habitantes de la capital mallorquina. Sin duda éste fue el motivo por el que los regidores del Ayuntamiento renunciaron a continuar con este asunto. Durante muchos años estuvieron los regidores dándole vueltas a este tema tan azaroso. Palma podría haber permanecido muchos años más sin sus farolas, pero la Guerra de la Independencia aceleró los acontecimientos. Durante estos años la ciudad se vio invadida por refugiados de la península, aumentó la población y también la inseguridad, y ésa fue la gota que colmó el vaso. En el noticiario de José Barberí se lee: "1812, 1 de enero. Se empezaron a encender los faroles, o alumbrado, cosa que aún no se había visto en Mallorca". El alumbrado de aceite subsistió hasta 1868, momento en que se sustituyó por el de petróleo. Unos años antes, en 1857, el Ayuntamiento publicó el pliego de condiciones para otorgar la concesión de alumbrado de gas, que se fue instalando lentamente y debió coexistir con el de petróleo durante bastantes años. Finalmente, en 1891 se hicieron los primeros intentos para instalar el alumbrado eléctrico. Empezaban así, tímidamente, las fulgurosas noches palmesanas.
Bibliografía:  Bartomeu Bestard - Cronista Oficial de Palma 

Amanecer en la fachada marítima de Palma tomada desde el dique del oeste en la actualidad
 

22 comentarios:

  1. La noche en las ciudades de hace cien años era absolutamente distinta. El contraste entre día y noche debía de ser tremendo.

    Saludos y, como siempre, gran artículo el suyo.

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  2. RETABLO: Solo nos damos cuenta de ello cuando tenemos un apagón y estamos en la calle de noche. ¡Es terrorifico!
    Saludos y muchas gracias.

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  3. Recuerdo cuando estuve en Mallorca su alumbrado me pareció muy bonito e incluso era por las fiestas de Navidad todas las calles bien decoradas con sus luces.
    Preciosa ciudad llena de buenos recuerdos, aunque me pusieron una multa en la carretera pues tenia el cinturón liado, el único mal recuerdo.
    Abrazos

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  4. Hola Lorenzo:
    Ya en el siglo XVIII había problemas de burocracia y por supuesto de dinero.

    El abastecimiento de agua y su el acceso a la misma valían la pena aparcar el asunto de la luz pública.


    Saludos interesante como siempre

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  5. Magnífico artículo, como siempre. Dos comentarios:
    La Autoridad Portuaria nos ha robado a los ciudadanos la posibilidad de pasear por el dique del oeste, en una depredación de espacios que nos son sustraidos en aras de no se que, y de lo cual me he quejado alguna vez en los medios de comunicación.
    La entrada al puerto de Palma no tiene parangón por su belleza, con la catedral y el casco antiguo así como el castillo de Bellver. De ello me di especial cuenta este verano al recalar en varios de ellos con un crucero y darme cuenta de la espectacular entrada al nuestro.
    Un cordial saludo.

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  6. He quedado prendado de tu entrada anterior...El autogiro...¡¡¡ Salut

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  7. Lo que serían esas ciudades grandes sin iluminación hace un par de siglos. Ya en esos tiempos, los regidores municipales andaban buscando la manera de economizar con el alumbrado público; muy poco hemos cambiado en doscientos años. Un cordial saludo.

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  8. La inseguridad en las oscuras calles era, como aún lo es hoy, la razón de esta necesidad. Hoy, cuando transitamos por alguna calles sin luz y se oyen pasos extraños, lo primero que le asalta a uno es el temor, imagínese entonces. Un saludo.

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  9. Buena entrada, sobre todo por la falta de historias locales de Palma y de las Baleares en general. Tienes razón en decir que echas en falta también estudios de la Guerra Civil en tus islas.
    Por cierto, ¿te suena José María Michavila? Fué el ministro de Justicia de los gobiernos de Aznar. ¿Satisfecha su curiosidad?
    Saludos, caballero.

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  10. MARI-PI-R: Si, las iluminaciones navideñas ayudan mucho más el refulgir las calles de la ciudad. Si fue hace años antes de que hubiera recortes, era precioso. Y me sabe mal lo de la multa, un borron en su recuerdo.


    Doctor: Al menos estos antepasados tenían claro lo que era verdaderamente necesario.
    Ya sabe el dicho..."Lo urgente no deja tiempo para lo importante".


    LA MAR: Tienes razon. No entiendo como nos hemos dejado robar un espacio como el dique oeste. No habre ido de veces los domingos a pasear cuando los niños eran pequeños por su escollera. O de madrugada a ver el espectaculo de la fachada marítima iluminada. Como en la foto.

    Y lo de llegar a nuestro puerto pasando por la torre de señales de Porto Pí y ver su belleza ya lo apuntaron los primeros navegantes. No hay bahía más bonita.


    MIGUEL: Si, es una historia muy curiosa la del autogiro de Pere de Son Gall.


    PACO HIDALGO: Es fácil de imaginar, todo más negro que la boca de un lobo. Realmente, hasta que llega un apagón, no nos damos cuenta de lo mucho que hemos avanzado en calidad de vida.


    DESDE LA TERRAZA: Si, me lo imagino. De ahí las patrullas nocturnas de guardía en la antiguedad. Pero éstas claro, no podían estar en todos lados.


    JUAN: (Te tuteo ;-) Me alegro que te guste.
    Referente al comenterío en tu blog, alguno hay de estudio de la Guerra Civil en Baleares y realizado desde aquí, pero parece que no cuenten mucho en el global. Parece que solo existió represión en la península a la hora de hacer documentales.
    Y Michavila, ya lo conozco ya. Dejando aparte su adscripción política, un tipo muy válido y con un gran curriculum vitae. ;-)

    Gracias a todos por pasar y dar sentido a esta blog.

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  11. Muy a la par que vosotros, en Albacete, en el año 1888, se inauguró el servicio público de luz eléctrica,la primera capital de provincias en tenerlo.Tan cerca y tan lejos...
    http://laesquinadeltuerto.blogspot.com/2011/01/las-losas-de-la-historia-de-albacete.html

    Un abrazo¡¡¡

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  12. Una vez mas enhora buena por tan buena y bonita documentación.. A veces el pasado está mas cerca de lo que nos creemos!!!Quién sabe si tendremos que acudir a aquellos tiempos de nuevo, en verdad por la simple apariencia del recuerdo, muchas veces me imagino que viviriamos mejor sin tanto avance...

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  13. De ciencia ficción para ojos de hoy el entramado de cartas entre Mallorca y Barcelona, acerca de estas cuestiones.
    Ahora nos resultaría imposible vivir así y en el fondo fue durante milenios, ¿qué llevamos con luz?, ciento y pico años.

    Saludos.

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  14. JAVIER PERALTA: Había que sumarse al progreso o te envolvian las tinieblas, nunca mejor dicho. Y curiosa forma de recordar hechos y efemerides, -en las losas- como en un paseo de la fama en su ciudad.



    Antonio Triguero: Me alegro que te guste. Y espero no tener que volver a aquellos tiempos, pueden parecer románticos, pero seguro que hace un siglo querrían vivir como tu lo haces, jejejejeee...


    EDUARDO de VICENTE: Sï, es curioso el intercambio epístolar entre las dos ciudades.
    Y tienes toda la razón, el tiempo que llevamos con un sistema de iluminación, de aceite, gas o eléctrico es ínfimo si lo comparamos con el resto anterior.

    Gracias por la visita ;-)

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  15. La verdad es que en los tiempos que corren no nos podemos figurar los inhóspitas que serían nuestras calles sin luz. ¡Qué miedo!
    Por cierto, que con tanta farola los concejos tenían que reclutar a gran cantidad de personas para encenderlas y mantenerlas de estas guisa durante la noche.
    Saludos

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  16. Tiempos románticos los de la luz de gas. A veces tenemos la impresión de que las cosas siempre han estado ahí, pero si nos detenemos a mirar, incluso algo tan natural hoy día como el alumbrado tiene una historia muy corta.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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  17. CARMEN BEJAR: En la entrada se comenta que el ayuntamiento ya tuvo en cuenta el personal necesario. Por lo tanto se disparaba la cosa y lo dejaron para otro año.


    LA DAME MASQUÉE: Don Eduardo ya lo apuntaba más arriba. La calles iluminadas de noche es algo relativamente reciente.


    Gracia por pasar

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  18. Con una chimenea de 24mt. de altura y dos maquinas llamadas Jeronima y Coloma, dia 15 de agosto de 1901, fuimos el primer Pueblo de Mallorca en tener luz , que coincidio ...o quisieron que coincidiera con las fiestas del Pueblo de Alaró.
    Tolito.

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  19. Sabía lo del pueblo de Alaró. Lo que no sabía era que sus grupos para hacer corriente tuvieran nombre...

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  20. Anónimo7/2/13, 0:04

    yo estaba buscando una imagen del siglo xviii no del xix aunque nadamas una imagen me gusto

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  21. Que bonitos fotos de Palma de Mallorca! Es una ciudad espectacular!

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  22. He estado en Palma, y que bonito es todo!
    Sus playas hermosas, su ciudad y sus alrededores, todo muy lindo.

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