Foto de Joan Llompart "Torrelló" |
- Publicado por Lorenzo Miró -
Lluís Ripoll Arbós (Palma, 29 de agosto de 1913 - Palmanyola, Bunyola, 17 de octubre de 2000) fue periodista, escritor y editor .
Lluís Ripoll salvó de la piqueta la iglesia de Santa Catalina de Siena de Palma y paró un teleférico en Bellver: su causa era la defensa del patrimonio histórico y natural en unos años en los que parecía que lo único importante era el crecimiento económico y turístico. Fue editor e impresor de publicaciones como Panorama Balear o Papeles de Son Armadans y autor de medio centenar de libros y de artículos con los que divulgaba la historia, las costumbres y las tradiciones de las Islas Baleares.
A Lluís Ripoll Arbós lo recuerdo en su despacho, en el altillo de la imprenta Mossèn Alcover, en la actual plaza de Llorenç Villalonga, con sus Bellasombras u Ombues. El despacho era como un puente de mando (su padre había sido piloto de barco) desde donde se divisaba todo aquel paisaje prodigioso de máquinas, cajones y tipos de letras. También lo recuerdo llevando a la redacción -al mismo periódico donde yo trabajaba entonces- su colaboración semanal, sobre efemérides, viajeros, viejos oficios y gastronomía -el tema con el que alcanzó más lectores-.
Nació en 1913, un año antes de la primera Guerra Mundial. Era tataranieto de Pedro José Gelabert Pol, editor y periodista (la calle de la Imprenta de Palma, donde tuvo su sede la Obra Cultural Balear, se llama así por la empresa de su familia) y pariente de los libreros e impresores Rotger. Su sobrino, Gabriel Sabrafen Ripoll (1942-2008), también fue periodista -además de narrador y autor teatral- y asimismo el hijo de éste, Juan Carlos Sabrafen Roig. Su hijo, Carlos Ripoll Saiz (1950-2017), colaboró estrechamente con el trabajo del padre. Era una familia en la que la tinta parece que les corría por las venas.
Dicen que, de joven, se parecía tanto a John Fitzgerald Kennedy que una tarde, en el mítico Tito's, entonces una de las salas de fiesta más punteras de Europa, alguien soltó por el micrófono: ¡Señoras y señores, hoy nos acompaña el senador de Estados Unidos [entonces todavía no era presidente] John F. Kennedy! Y, por supuesto, Lluís Ripoll se puso de pie y saludó efusivamente a la concurrencia.
La taquigrafía
Su primera actividad fue la taquigrafía y redactó un manual, publicado en 1939, que se convirtió en un best seller del ramo, con trece ediciones. Hacia 1935 empezó a escribir en prensa y ya no pararía: secciones en los diarios La Almudaina, Hoja del lunes, El Día, Destino, como 'Mostacilla' o 'En voz alta', impregnadas de un marcado tono crítico, a pesar de las censuras del momento. Una lectora le reprochaba que tardaba más de dos minutos en leerse su columna del Majorca Daily Bulletin "Two minutes [dos minutos] con Luis Ripoll", de divulgación de temas mallorquines. "Señora, los dos minutos son lo que tarde en escribirla, no usted en leerla", le respondió.
En 1949 adquirió la imprenta con la que Antoni Maria Alcover había comenzado a publicar el Diccionario Catalán-Valenciano-Balear, en "una planta baja muy grande en el barrio de la Calatrava, con entrada por encima de la muralla", como la recordaba Francisco de Borja Moll, con unas "salas, muy viejas, de un aspecto casi medieval, pero de tamaño suficiente para acomodar tres o cuatro talleres como aquel nuestro". Ripoll añadió más maquinaria y material, entre la cual, una prensa a mano, marca Albión, de 1872, que había traido desde Inglaterra el escritor Robert Graves.
En la Mossèn Alcover, a lo largo de más de cuatro décadas, se imprimieron libros y folletos, a menudo relacionados con los aspectos más variados de la cultura de las Islas Baleares. Desde 1951 salieron más de un centenar de números de la colección de monografías de "Panorama Balear", libretos de dieciséis páginas a cargo de autores especializados dedicados cada uno a un tema determinado: molinos, corsarios, viajes, personajes, tradiciones, paisajes, museos...
Lluís Ripoll con Camilo José Cela |
Desde su puesta en marcha en 1956 hasta 1970, Ripoll también fue el impresor de Papeles de Son Armadans, la revista de la que Josep Maria Llompart fue secretario y con la que el futuro premio Nobel, Camilo José Cela rompió, desde Mallorca, el abismo entre la cultura del interior y del exterior y de la castellana con las catalana, vasca y gallega. El periodista y escritor mallorquín recordaba como Cela, haciendo gala de la extravagancia que le gustaba aparentar, le había recibido en el retrete de su casa cuando se reunieron para abordar aquella empresa: "Pase, Ripoll, pase".
La batalla con el obispo
Pero aparte de su colosal tarea divulgativa del pasado de las Islas -decía que era en Menorca donde sus libros gozaban de mejor acogida- Lluís Ripoll acometió acciones decididas para salvar el patrimonio histórico y natural, que le causaron bastantes disgustos. Como la cruzada que realizó para salvar la iglesia de Santa Catalina de Siena, que como el resto del antiguo convento, se tenía que derribar para hacer la actual galería comercial Los Geranios, en Palma. Consiguió que la declarasen monumento histórico-artístico y el obispo, que había aprobado el proyecto, estuvo a punto de excomulgarlo.
En las oficinas del Ayuntamiento de Palma, Ripoll también se topó con un proyecto que pudo leer del revés: era la construcción de un teleférico en Bellver, que él detuvo, a pesar de las presiones para que diera el brazo a torcer. Publicar "Catalina Homar" (la amante del Archiduque Luis Salvador) también generó un buen revuelo en Valldemossa, no precisamente a favor del editor. Los ecologistas que ocuparon la Dragonera para salvarla de una urbanización también le invitaron a unirse a ellos. Ya era grande para aventuras, pero les hizo llegar, a través del secretario de Correos de San Telmo, una caja de libros. El primer galardón que concedió el GOB se lo dieron a él.
"La destrucción del paisaje y su defensa" fue la conferencia con la que ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Sebastián. Y si las Islas Baleares han conservado todavía parte de su patrimonio, si se conocen un poco a sí mismas, fue por Lluís Ripoll Arbós. Francesc M. Rotger
Vida y obra
Estudió el bachillerato en el Instituto General y Técnico de Palma con la promoción que se tituló en 1929, juntamente con Josep Font Trias, Bartomeu Mestre i Mestre, Bartomeu Rosselló Porcel y otros. De formación autodidacta, comenzó a trabajar en el diario La Almudaina en 1938 como taquígrafo y posteriormente se incorporó a la redacción (1943-53). Fue colaborador de la revista Destino (1963-1969) con la columna «Postal de Mallorca». Fue nombrado redactor jefe del Majorca Daily Bulletin, y después, subdirector (1969 a 1971). En 1969 se hace cargo de la subdirección del Majorca Daily Bulletin. También fue redactor del Diario de Mallorca. Publica trabajos sobre temas de arte, pintura y pintores, como "Las Baleares y sus pintores, 1836-1936" (1981) juntamente con Rafael Perelló Paradelo. Escribe libros de gastronomía y otros temas de interés local. Entre los años 1970 y 1976 colaboró en la Hoja del Lunes, en la que desde su columna semanal «En voz alta» daba voz a la conservación del patrimonio cultural en peligro. Entre 1974 y 1981 trabajó como redactor del Diario de Mallorca. Fue académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Sebastián (1989-2000) y académico numerario de la Academia de Bellas Artes de Palma (1989-2000). Casado con Isabel Saiz Fontanals (19??-2000), tuvo dos hijos, Luis, fallecido en junio de 1997 y Carles Ripoll, fallecido en 2017. Este último, durante años nos honró con su amistad y en su calidad de historiador nos escribió un magnifico prólogo para nuestro primer libro de fotografías, "Mallorca, otro tiempo" (2017). Lluis Ripoll Arbos, y en el barrio de Ciudad Jardín, también tiene una calle dedicada desde hace algunos años.
Labor como editor
En 1949 adquiere la imprenta de Mossèn Alcover. De su labor editora, destaca la colección de opúsculos «Panorama Balear», que dirigía y a veces escribía; los ciento treinta y seis títulos publicados entre 1951 y 1983 son una referencia en la divulgación del patrimonio cultural isleño. También editó los Papeles de Son Armadans, una revista mallorquina fundada y dirigida por Camilo José Cela. Su publicación mensual abarca desde 1956 hasta 1979. Publicó también ediciones facsímiles de prensa local del siglo XIX, como "La Ignorancia" y "La Roqueta", o de historia, como el "Cronicón Mayoricense" de Àlvar Campaner, "Islas Baleares" de Pau Piferrer y José Maria Quadrado y "Álbum de postales viejas", 4 números (1970, 1971, 1976 y 1981), en los que daba a conocer imágenes que ayudaban a preservar la memoria del paisaje y el patrimonio ante la destrucción provocada por el cemento y la "Balearización".
Publicaciones
Escribió ensayos de divulgación histórica, artística, etnográfica y de cocina popular. Entre éstos, destacan "La pintura mallorquina en el siglo XIX" (1948) con Josep Costa Ferrer y "Las Baleares y sus pintores, 1836 a 1936" (1981) con Rafael Perelló Paradelo. Otros volúmenes publicados son: "La catedral de Mallorca" (1945) "Palma, la ciudad de Mallorca" (1946) "La pintura mallorquina en el siglo XIX: Agustín Buades, Antonio Ribas y Juan Bauzà" (1948) "Iconografía mallorquina de la Virgen" (1949) "Los patios señoriales de Palma" (1951) "«So'n Marroig» y el Archiduque Luis Salvador" (1952) "Raxa y el cardenal Despuig" (1954) "Alfabia y sus jardines" (1954) "La colección de xilografías mallorquinas" (1961) "El episodio mallorquín de Chopin y George-Sand" (1968) "Libro de cocina mallorquina" (1973) "Libro de platos dulces mallorquines" (1973) "Llibre de vins, licors i per necessari" (1974) "Nuestra cocina" (1978) "Las islas" (1978) "Sucinta historia de la Cartuja de Valldemossa" (1978) "Nuestras costumbres. Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera" (1980) "Hierbas y remedios caseros"(1985) "Memorias de la Cámara" (1986) "Ses monjas tancadas" (1990) "Nuestras cosas" (1990).
Interesante artículo histórico.
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