Hubo una época que tanto los mallorquines como las mallorquinas llevaban todos sombrero. No solo en Mallorca, también a las otras islas la moda de los sombreros causó furor a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, si bien, como es lógico, el sombrero siempre se ha usado en Mallorca, sobre todo la gente del campo. Aquí hablaremos sólo de los años en que todo el mundo llevaba sombrero para ir a la moda que se dictaba en Cataluña y el país Valenciano.
Paseando por la Rambla con el imprescindible bombín
Guillem Descatlar, el Marques de Palmer (en el centro) con otros políticos con chistera
Dice Mario Verdaguer en su libro "La Ciudad Desvanecida", que... "Los sombreros eran un artefacto indispensable para saludar. El saludo de un señor no se podía concebir de ninguna manera separada del sombrero. Sin sombrero no había posibilidad de descubrirse, y sin descubrirse, era absolutamente imposible manifestar respeto y admiración. En una palabra, era encontrarse sin armas para cumplir debidamente con las reglas fundamentales de la urbanidad y cortesía. Saludar con la mano, sin que esta mano sostuviera un gorro, entre la sociedad distinguida del siglo XIX y principios del XX era una grosería inadmisible".
Por ello, un hombre sin sombrero, era un señor desarmado ante la sociedad.
Esperando que empiece un desfile en la Rambla
..."El sombrero de copa, o chistera, impelido por el resorte invisible de su intachable urbanidad, iniciaba, desde el preciso momento en que el general salía de Capitanía, una serie interminable de saludos. El saludo que hacía descender el sombrero hasta casi tocar la copa con la rodilla mientras una sonrisa bondadosa iluminaba la cara del general, era la que destinaba a los soldados que, cuadrándose y dando media vuelta de frente, le rendían el saludo reglamentario. Después había el saludo para las señoras, largo, en la que el sombrero describía medio círculo respetuoso, dando la sensación de que le había de nacer un plumero para besar la tierra. Luego venía el saludo rígido, rápido, dosificado, de estricta etiqueta, para distribuir entre los que por su parte le ofrecían el saludo".
Todo esto ahora puede parecer un poco chocante, pero sin duda, esta rigurosa urbanidad señorial, de la que el general Ortega era un espejo limpio, introducía un prestigio, un relieve e incluso una belleza sutil en las relaciones sociales, teñidas de un matiz de señorío y de aristocracia que ahora se ha perdido completamente.
Otro caballero mallorquín que saludaba de una manera insuperable con el bombín, dice Verdaguer, era el senador del Reino, Don Jerónimo Ríos. Cuando veía que se acercaban señoras conocidas, se detenía, inclinaba la noble testa de la que colgaban dos abundantes patillas blancas y, cuando las damas pasaban por su lado, él, hacía describir a su bombín un círculo lento y respetuoso, mientras decía con voz grave:
Paseando por el tramo del Faro de La Riba en el puerto de Palma
Otro caballero mallorquín que saludaba de una manera insuperable con el bombín, dice Verdaguer, era el senador del Reino, Don Jerónimo Ríos. Cuando veía que se acercaban señoras conocidas, se detenía, inclinaba la noble testa de la que colgaban dos abundantes patillas blancas y, cuando las damas pasaban por su lado, él, hacía describir a su bombín un círculo lento y respetuoso, mientras decía con voz grave:
Algún evento en algún lugar de Mallorca...¡A saber!
¡¡TEMPUS FUGIT!!
Como vemos, las clases obreras usaban preferentemente gorras
FUENTE
El meu sogre va anar al Principal , devia ser l'any 19 o 20, era molt jove i anava amb el segle, li va caure el capell al pati de butaques i no el va trobar, en el descans va agafar el tranvia i va anar a ca seva a cercar-ne un altre, perquè a la sortida no estava bé anar sense capell.
ResponderEliminarY también hubo una época en que era mala educación salir a la calle sin cubrirse la cabeza, aunque fuesen las clases bajas, con cofias o gorras del campo. Muy buen post explicando este proceso y magnificamente ilustrado con estas fotografías de añtaño. Un placer pasar por aqui y poder saludarte, Lorenzo. Abrazos.
ResponderEliminarMi padre lo usaba siempre los Domingos.Los demas dias ,( boina )
ResponderEliminarHola Lorenzo:
ResponderEliminarNo sé como hubiese tomado yo esta moda. Nunca me ha gustado ponerme sobrero. Solo uso casco cuando voy en la bicicleta y porque no me queda más remedio...
Saludos
Curiosa la trasformación.
ResponderEliminarSuelo ir a Reggio Calabria, sur de Italia, y allí, los hombres aún llevan sombrero, como si el tiempo no hubiera pasado y la moda no hubiera intervenido.
Que especiales son estas fotos, siempre me ha gustado guardar fotos antiguas, nos dan a conocer otros tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Cuánto tiempo sin saber de ti! Estas fotos son instantes congelados en el tiempo.
ResponderEliminarsaludos