28 de agosto de 2011

El edificio del Colegio de Notarios de Baleares



El Edificio del Colegio Notarial de las Islas Baleares (situado en la hoy denominada Vía Roma) es una parte importantísima de la cultura arquitectónica mallorquina.

Francisco Roca Simó
Francisco Roca Simó, el arquitecto mallorquín que lo proyectó, era conocido en Palma a principios del siglo XX por su tendencia a diseñar edificios de estilo modernista. Autor de edificios tan emblemáticos de nuestra Capital como los denominados "Pensión Menorquina" y "Casa Casasayas" (ubicados en la plaza de Santa Catalina Thomás -con una marcada influencia de Gaudí-) y la "Casa de Luis Segura" (situada en la Plaza de la Conquista), son edificios característicos del modernismo palmesano.

Sin embargo, el proyecto que realizó para el Colegio de Notarios no se asemeja en absoluto al estilo que acostumbraba a proyectar. Este edificio, está inspirado en el renacimiento español y más concretamente, en el plateresco (profusión decorativa en toda la fachada, torreón, ventanales y puerta de entrada) aunque también conserva el estilo propio de los palacetes mallorquines (gran alero en toda su fachada y porche). El estilo plateresco o neoplateresco que realizaron los arquitectos españoles en la primera mitad del siglo XVI en las ciudades de Toledo y Salamanca (de hecho el torreón de la Casa Colegio es una fiel imitación de la que diseñó en el siglo XVI Rodrigo Gil de Hontañon y Fray Martín de Santiago para el Palacio Monterrey de Salamanca), posiblemente influyera en la voluntad de los Notarios para que decidieran que el estilo de su Casa Colegio fuera una síntesis de ambos movimientos.

 Dibujo del diseño proyectado por el arquitecto Guillermo Reynés

Decididos a edificar su propia Casa-Colegio, los Notarios acordaron comprar un solar procedente del derribo del recinto amurallado de la ciudad, exactamente uno de los solares donde estaba situada la Puerta de Jesús (el que forma la manzana señalada en el plano de Ensanche con la letra M, de cabida 1.133 m2), previo concurso público que realizaron para que los diversos propietarios de solares ofrecieran sus fincas. Cabe decir, que los Notarios eligieron por sorteo al arquitecto Gaspar Bennàzar para que les asesorase en la compra del mencionado solar. Al final se decidieron por éste, por un precio de 32.000.- pesetas que adquirieron el 15 de Mayo de 1916 por compra a Don Juan Palmer Miralles mediante escritura autorizada por el Notario Miguel Pons (nº 194).

Dibujo del diseño proyectado por el arquitecto Francisco Roca Simó

Para elegir el proyecto del nuevo edificio, los Notarios convocaron nuevo concurso presentándose cinco arquitectos a la puja: José Homar, Jaime Aleñá, el propio Gaspar Bennàzar, Guillermo Reinés y Francisco Roca Simó. Dado que el solar adquirido presentaba una forma un tanto especial (como así reseña el propio Bennàzar en su anteproyecto), se acordó al final dividirlo en dos y vender la parte restante para costear la edificación. El 18 de julio de 1916 los Notarios eligieron el proyecto presentado por Francisco Roca y tras convocar otro concurso para elegir al constructor, ganó la puja Bartolomé Más Ramis por un importe de 62.972.- pesetas.


En diciembre del año 1916 se comenzaron la obras. El resto del solar, una parcela de 397,74 metros de forma trapezoidal, fue vendida por los Notarios a D. Jorge Fortuñy Moragues mediante la escritura nº 342/1918 autorizada por el Notario Pedro Alcover.

La inauguración del edificio tuvo lugar el 18 de junio de 1919.


En el año 1991 la fachada del edificio fue restaurada en su totalidad y en 1993 cuando se culminaron las citadas obras, se otorgó al Colegio Notarial el Premio Ciutat de Palma 1993 a la mejor rehabilitación de fachadas o recuperación de elementos arquitectónicos puntuales.

Fuente:
Luis Miguel Estelrich Ruiz: El Colegio Notarial de las Islas Baleares (2004)

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