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| Jaume I  el Conqueridor | 
Jaime I, nacido de un desafortunado matrimonio entre Pedro II el  Católico y de María de Montpellier, era el heredero de dos importantes  linajes: la Casa de Aragón y el de los emperadores de Bizancio, por  parte de su madre. En 1213 murieron sus padres, Pedro el Católico en la  batalla de Muret, en la que participó defendiendo a sus vasallos  occitanos contra las aspiraciones territoriales francesas, y María de  Montpellier en Roma. Poco antes, su padre le había dejado en el Palacio  de los Trencavel, en poder de Simón de Montfort, el líder de la cruzada  contra los albigenses y enemigo de los líderes occitanos, como garantía  del pacto en el que el futuro monarca debía de casarse con su hija. Gracias a la intervención del papa Inocencio III y siguiendo las  disposiciones testamentarias de la reina María de Montpellier, el joven  heredero quedó bajo la tutela de los templarios en el castillo de Monzón  (Huesca) hasta la edad de 9 años. Durante su estancia en este castillo  estuvo acompañado por su primo de la misma edad, el conde de Provenza  Ramón Berenguer V. Mientras, actuaba como regente del reino el conde  Sancho de Aragón, hijo de Ramón Berenguer IV y tío abuelo de Jaime. Huérfano de padre y madre, tenía unos seis años cuando fue jurado en  las Cortes de Lérida de 1214. En septiembre de 1218 se celebraron por  primera vez en Lérida unas Cortes generales de aragoneses y catalanes,  en las cuales fue declarado mayor de edad.. En febrero de 1221, con apenas 14 años de edad, se desposó con Leonor  de Castilla, hermana de Doña Berenguela y tía de Fernando III de  Castilla. Este matrimonio fue anulado por la Iglesia por razón de  parentesco, y contrajo un segundo matrimonio con la princesa Violante (8  de septiembre de 1235), hija de Andrés II, rey de Hungría. Heredó el señorío de Montpellier a la muerte de su madre (1213) y los  condados de Rosellón y Cerdaña, y el vizcondado de Fenolledas en  Francia (1241) por el testamento de su primo Nuño Sanç. Durante los quince primeros años de su reinado mantuvo diversas  luchas contra la nobleza aragonesa que incluso llegó a hacerle  prisionero en 1224.  En 1227 afrontó un nuevo alzamiento nobiliario  aragonés, dirigido por el infante Fernando, tío del rey, que terminó  gracias a la intervención papal a través del arzobispo de Tortosa, con  la firma de la concordia de Alcalá en marzo de 1227. Este tratado marcó  el triunfo de la monarquía sobre los rebeldes nobles, dándole la  estabilidad necesaria para iniciar las campañas contra los musulmanes.
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| Desembarco en Santa Ponsa. (1887) Pintura de Ricard Anckermann | 
Las empresas bélicas posteriores consiguieron atemperar las pasiones de  la aristocracia gracias a recompensas en proporción a los servicios  prestados (tierras, rendas y honores). Desde la expedición pisano-catalana, llevada a cabo en 1115- 1116  contra los musulmanes, las ansias por la conquista de las Baleares no se  abandonaron nunca. A partir de la batalla de las Navas de Tolosa, el poder musulmán  quedó desintegrado, tanto en África como en el Al-Andalus, y esta  situación fue aprovechada por el rey Jaime I para llevar a cabo esta  empresa. La conquista de Mallorca suponía la creación de una base política y  económica que favorecía los intereses comerciales en los  mercados de Oriente. Por otra parte, era la perfecta ocasión de crear un  proyecto de colaboración con los nobles aragoneses para  mitigar desavenencias, además del refuerzo de su prestigio como monarca  al incorporar un reino dentro del mar.  Para  tratar las cuestiones relacionadas con la conquista, se  convocaron las cortes de Barcelona, en 1228, en las cuales no  participaron los aragoneses, ya que éstos sugirieron que la empresa se  llevara a cabo contra los musulmanes de Valencia. El rey allí propuso su  plan y pidió ayuda a los asistentes. Los representantes de los tres  estamentos,  Aspàreg, arzobispo de Tarragona, Guillem de Montcada,  vizconde de Bearn, y Berenguer Girard, ciudadano de Barcelona, pidieron  un tiempo prudencial para deliberar y poder responder. Pasaron tres días y se celebró una reunión plenaria de clausura en  que se notificaron al rey los acuerdos que se habían tomado. Excepcionalmente, los tres estamentos estuvieron de acuerdo entre ellos y  con el rey, ofreciendo hombres, embarcaciones, caballos, dinero y  otros. Jaime I agradeció su buena disposición  y ofreció su parte  correspondiente. Acabadas las cortes se firmó un acta donde se formulaban las  condiciones que regularían la conquista: el rey se comprometía a  repartir las tierras y otras riquezas obtenidas de manera proporcional  al número de caballos y hombres armados aportados.
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| La invasion de Mallorca  (1890)  Pintura de Antoni Ribas Oliver | 
Las naves de Jaime I salieron de Salou, Cambrils y Tarragona el 5 de  septiembre de 1229. Sant Elm es el lugar donde fondearon las  embarcaciones al llegar a Mallorca, concretamente entre la isla de la  Dragonera y la playa actual de Sant Elm, lugar conocido entonces con el  nombre de «La Palomera».  Mientras la flota estaba  fondeada allí, Jaime I recibió la visita de un musulmán llamado Alí, que  compareció nadando, el cual informó al monarca sobre el estado  defensivo en que se encontraba la isla. Mencionan dicho episodio las  crónicas de Jaime I y Bernat Desclot, pero no se sabe nada más de él. Durante el trayecto la expedición había sufrido los efectos de un temporal que  desvió las naves del rey y tuvieron que modificar sus planes de ataque  desembarcando en Santa Ponça. Bien pronto comenzaron los primeros  enfrentamientos, concretamente el 11 septiembre, acabando al siguiente  día con la primera victoria cristiana. Estos primeros éxitos animaron al  joven rey, que por aquel entonces tenía 21 años, a plantarle cara a  todo el ejército del walí Abu Yahya. El 31 de diciembre de 1229, tras  tres meses de asedio a la ciudad,  la resistencia musulmana fue finalmente vencida.  No se pudo contener el  empuje de la infantería cristiana, seguida de la  caballería, tras  abrir una brecha en las murallas de Madina Mayurqa. El asalto comportó  una matanza  indiscriminada de los atacados, también con bajas en los  atacantes, narrada  y confirmada por las crónicas de ambos bandos.  Muchos musulmanes supervivientes  huyeron hacia las montañas. El  castillo de la Almudaina se rindió a cambio de  que fueran respetadas  las vidas de sus defensores y  Abu Yahya fue capturado. Parece ser que  en una de las casas del barrio de la Almudaina fue donde se  escondió el  walí Abu Yahya, antes de ser encontrado y entregado al rey. Según  fuentes  musulmanas fue torturado hasta morir.
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| Recreación de la rendición. Lo cierto es que pasaron toda la ciudad a cuchillo. | 
Pocos días después comenzaron los  conflictos entre los nobles por  desavenencias sobre el reparto del botín. En el mes de  marzo el rey  dirigió una expedición en Artà contra los musulmanes  refugiados, muchos de los  cuales acabaron convertidos en esclavos de  los nuevos señores de la isla. La conquista de Mallorca marca el inicio de una nueva etapa en la historia  del archipiélago balear. La anterior sociedad islámica desaparece  prácticamente de golpe en 1229 y en su lugar se establece una nueva  sociedad que poco o nada tiene que ver con la anterior. Nuevas gentes,  una cultura diferente, otra religión, una lengua distinta… todo ello  caracteriza el acontecer de las islas a partir del corte histórico que  significó su incorporación al mundo feudal cristiano. Esta llegada de personas de fuera fue constante durante más de un siglo, hasta que la peste negra de 1348-49 frenó en seco las migraciones. También cabe señalar la existencia de otra comunidad que no dejó de crecer, sobre todo en la ciudad, durante los siglos XIII-XIV: la judía. Su máximo apogeo (demográfico, económico y cultural) se alcanzó durante la segunda mitad del siglo XIV, hasta que el asalto violento a la comunidad, perpetrado en 1391, inició su declive, consumado con la conversión masiva, obligada e inducida de 1435.
Bibliografía: 
Gabriel Ensenyat: La ruta de Jaime I
Continuará próximamente con: Palma en la Edad Media.
 
Monsieur, un rey casi mítico el nacido de ese matrimonio desafortunado, y que se ganó muy bien el sobrenombre del Conquistador.
ResponderEliminarNos trae hoy una época interesantísima, y clave en la historia de Mallorca.
Feliz domingo
Bisous
Se aprende mucho leyendo tu blog, es muy interesante.
ResponderEliminarSaludos
Entrada que refleja muy bien el fin de una época musulmana en Mallorca y el comienzo de otra unida a la Corona de Aragón.
ResponderEliminarSaludos.
Hacia bastante tiempo que habia dejado de lado la Historia de España, ha sido todo un descubrimiento entrar en Bloger, poco a poco me voy poniendo las pilas...
ResponderEliminarGracias por su visita y comentarios.
Un saludo
Muy buena entrada sobre la conquista de Mallorca, cuya historia, como vemos, está unida a la de Jaime I...acababa una cultura y empezaba otra.
ResponderEliminarUn saludo.
Buena reseña sobre una época de la historia de Mallorca.
ResponderEliminarSaludos
Interesante artículo, Lorenzo, sobre "El Conquistador" y sobre lo que mejor sabía hacer, guerrear y vencer; no se puede decir lo mismo de la política, condescendiente con los nobles revoltosos, y a decir de muchos equivocada en el reparto de sus reinos, que disgregó y provocó sus más y sus menos entre sus hijos Pedro y Jaime. Un saludo cordial.
ResponderEliminarSeimpre es bueno recordar la historia para conocer nuestros origenes.
ResponderEliminarAdorado por muchos, y denostado por menos, fue un rey que supo aprovechar un estado político revuelto.
ResponderEliminarUna gran entrada sobre un gran rey.
Salud¡
Y lño que nos queda por conocer de la Historia Mallorquina de la Edad Media, cuando fue un reino independiente. Bueno, no me quiero adelantar, jejej
ResponderEliminarSaludos
Buenas Tardes:
ResponderEliminarGracias por pasar por mi Chateau.
Un gran descubrimento venir por aquí. Me gusta mucho los recovecos históricos del mundo. Mallorca y las Baleares no escapan a esto.
Saludos y ya me veras por aquí.
Gracias a todos por sus visitas y comentarios. Disculpen que esta vez no les conteste particularmente. Espero que en la proxima entrada ya pueda hacerlo.
ResponderEliminarLes sigo leyendo en sus blogs....
Saludos cordiales!!
Lorenzo
Jaime I es uno de esos pocos grandes reyes que ha tenido España. Excelente entrada sobre la conquista de Mallorca, dentro del proceso de avances hacia el sur en la parte oriental española. Espaeramos la continuación. Saludos, Lorenzo.
ResponderEliminarLa importancia histórica de Mallorca queda demostrada en sus entradas. Más todavía con entradas tan sólidas como ésta.
ResponderEliminarSaludos.
Un post muy interesante, nunca había leído tan detalladamente sobre la reconquista de Mallorca. Ah, y muy bien ha quedado el slide. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarencontré tu blog buscando informacion sobre el Gran Hotel y ya he leído casi todas las entradas.He vivido 5 años en Palma y siento que es algo mía.
ResponderEliminarTengo la suerte de pasar unos días allí y volveré a disfrutar paseando por sus calles y su historia.Enhorabuena por todas esas bonitas imágenes del pasado.
Francisca
Gracias Francisca!
EliminarQue tengas buenos paseos por la ciudad.
Me encanta la historia de mis GENES seguro mi cuerpo tiene algun GEN del pasado MORO de MALLORCA.
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