Fachada de Casa Vallés, en la calle del Socorro. |
Hace muchos años, existió una sala de fiestas que sólo los que peinen canas recordarán. Era la mítica Casa Vallés, lugar en el que uno podía desmelenarse, al estilo de la famosa sala de fiestas Tito's, pero con un ambiente más bohemio y despreocupado.
Estaba en la calle del Socorro, antes de que todo aquello se llenara de putas y proxenetas y se hizo un nombre en la noche palmesana. Empezó no se sabe cuando con el nombre de Café Deportivo, lugar en el que se daban actuaciones musicales en directo. En 1945 es adquirido por don Sebastian Vallés Torrens, el cual le cambiará el nombre dándole el de su primer apellido. A principios de la década de 1950, comenzaron las actuaciones de artistas de "folclore español" y don Sebastián transformó Casa Vallés en una sala de baile con orquesta propia.
A la derecha, el propietario, Sebastián Vallés Torrens. |
Consiguió gran popularidad y se convirtió en un lugar de encuentro de toda clase de personajes y de todas las categorías sociales, incluidas también, las de señoritas de compañía. Fue lugar obligado de visita para los marineros de la 6ª flota en sus cada vez más habituales escalas en Mallorca. Ya os podéis imaginar las juergas y follones que se armaban de vez en cuando. Pero eso era lo que le daba esa "vidilla" y ese ambiente tan apreciado por los parroquianos y turistas que se dejaban caer por allí.
Una actuación en directo dentro de la sala. |
A mediados de los años '70, y con las múltiples competencias discotequeras en cada rincón de Palma, Casa Vallés entra en declive. La degradación del barrio, ya convertido en el barrio chino de Palma ( no de chinos como los de ahora, de los que estamos invadidos, sino de putas, chulos y gente de mal vivir ) hace que cada vez el lugar sea más decadente. En los años '80, por si faltara algo, entró el menudeo de drogas al barrio, y esa fue la puntilla final. Ni siquiera las actuaciones en directo de bellas mozas en pelota picada lograrían que Casa Vallés remontara y consiguiera mantenerse en la noche palmesana. Al final, cerraría sus puertas en 1981 tras 36 años de existencia. Algunos cincuentones, todavía la recordamos con nostalgia.
Fotos: Joan Llompart, alias "Torrelló".
En los años '80 la zona ya estaba muy degradada. (Fotógrafo desconocido) |
Lo bueno se pierde y es remplazado muchas veces por algo que atrae en un principio pero que no tiene la misma solera.
ResponderEliminar¡FELICES FIESTAS! y déjate ver un poco más.
Todo un gusto leer cosas así y ver estas hermosas fotografías, sigue así y mucha enhorabuena por el trabajo que haces diariamente porque es encomiable
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