30 de junio de 2011

El antiguo Grand Hotel La Alhambra



Principios de siglo.  A la derecha podemos ver la entrada del Grand Hotel Alhambra con una fila de "carretets" de alquiler en la puerta esperando clientela. Hoy en día sigue existiendo una parada de galeras y una parada de taxis en el mismo lugar de la calle.


Ampliando un poco más la anterior entrada que hice sobre el Teatro Lírico de Palma, hoy le toca al edificio contiguo,  el Grand  Hotel  La  Alhambra. Este establecimiento fue promovido por su propietario Juan Pensabene  -que también promovería la construcción del  Gran  Hotel  Mediterraneo, en la costa de s'Aigo Dolça-  y el diseño recayó en el arquitecto referencial  de aquellos años,  Gaspar Bennazar Moner.

Tenía una categoría de 1º A, con un total de 47 habitaciones, 26 de ellas con baño propio, un salón de lectura, uno de música, otro de té, una peluquería y un gabinete fotográfico. Durante muchos años en el entresuelo del hotel estuvo la sede del Circulo de Bellas Artes. El edificio tenía tres plantas y era uno de los conjuntos modernistas más destacados de Palma.

Fue centro de reunión y de celebración de toda clase de actos de la sociedad palmesana y en el se alojaron destacadas personalidades españolas y extranjeras incluidas las compañías que venían a actuar al vecino Teatro. Fue demolido conjuntamente con el Teatro Lírico en 1968 para realizar los jardines de s'Hort del Rei en el solar que quedaría libre bajo las murallas de la Almudaina.


Tarjeta publicitaria de la época

Puerta de entrada del Grand Hotel Alhambra

Años '50.  La parada del tranvía estaba justo delante de la puerta del Grand Hotel

Salón comedor del hotel

Salón de cristales para descanso y Té

Habitación con salón, dormitorio y cuarto de baño. Podemos ver el estilo imperante en la decoración de aquellos años, con paredes empapeladas en  motivos florales.

El antiguo Café Lírico, coetáneo del teatro que tenia a su derecha y con el mismo nombre, pocos años después se convirtió en Hotel Café-Restaurante La Alhambra, en el cual era frecuente que un trio musical amenizara las tardes y veladas nocturnas.

En el comedor del Gran Hotel su carta no tenia nada que envidiar a la de otros hoteles nacionales y extranjeros. Tenían "llaud" propio (barca autoctona de las Baleares) para servir pescado fresco al  Hotel Mediterraneo y al Hotel La Alhambra.

A finales de la década  de los '40, el Café Alhambra fue remodelado y pasó a llamarse Café Riskal. Durante las décadas de los años '50 y '60 serían famosas las tertulias literarias de los parroquianos del lugar.
 
Desde otro punto de vista podemos apreciar la sala interior del café.

La peluquería del hotel en 1919

Una imagen del hotel ya destartalado y a punto de demoler en 1968. A la derecha de la fotografía  se vislumbra una de las torres de la Almudaina

8 comentarios:

  1. Que pena!!

    Que gran pena.

    Algunas cosas no deberìan demolerse.

    Un abrazo.

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  2. Como dije entonces del Lírico y dice el Gaucho Santillán: una pena. Un abrazo, Lorenzo.

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  3. A veces, cegados por el progreso, no sabemos lo que estamos haciendo con los testigos del pasado. Edificios demolidos no hace tanto hubiesen sido valorados por nuestros descendientes. Es mejor consolidar que demoler, pero parece que no se nos mete en la cabeza. Menos mal que todavía existen las fotografías para enseñarnos cómo eran otros tiempos...

    Saludos

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  4. Es una pena que no se conserven estos edificios. Al menos nos quedan tus magníficas fotos.
    Saludos

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  5. ¡Qué agua helada y qué cafés debían de servir en el Riskal!. Y qué bien comentar allí los discursos de Maura o la última de Romero Robledo.

    Saludos.

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  6. Interesantes fotos. Otro hotel con encanto desaparecidos. Errores del progreso mal entendido. Una lástima

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  7. Gracias a todos por pasar y por sus comentarios.

    Saludos!!

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  8. verdadera pena, lo conocí perfectamente, mi padre trabajaba en la cocina con el maestro Tomeu Esteva, toda una institución en la cocina balear. Recuerdo de niño ver salir los toreros por la puerta principal para ir al Coliseo Balear ya que se hospedaban en él, un edificio emblemático propio de su arquitecto Gaspar Bennasar

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