Una nueva entrega de los recuerdos de Tomeu Bibiloni, que con su
memoria prodigiosa, disécciona cual cirujano los elementos de la
fotografía expuesta.
Bon Vespre Llorenç
Te adjunto una fotografía que data de 1963, el encuadre es muy malo, es obra mía y creo que fue la primera vez que tuve en mis manos una cámara Yashica Mat de dos objetivos tipo Rolleiflex. La cámara me la prestaron, pero se olvidaron de darme algunos consejos sobre composición fotográfica.
Vamos analizar el contenido:
A la derecha, vemos la terraza del restaurante Bellver con el camarero vestido de punta en blanco. Se llamaba Pedro y nos "xifonaba" cuando por las tarde/noches nos metiamos corriendo por entre las mesas de los clientes.
Las jardineras son de baldosas con estampas típicas.
El balcón era la vivienda de los dueños del Bar Bellver. Al fondo, se ve un toldo que corresponde al antiguo colmado de Ca Na Pereta. En los años cincuenta también era lechería, concesionaria de la marca Lactel.
Cuando era niño iba a comprar un litro de leche a granel. Tenían un artilugio que bombeaba a mano la leche desde un recipiente grande hasta una vasija que dosificaba exactamente la cantidad que el cliente solicitaba.
El recipiente de la base era de aluminio brillante, redondo, con una tapa que permitia ver el contenido a través de una ventanita de cristal. A un lado de la vasija, una palanca con una gran asa hacía funcionar la bomba de embolo que empujaba el líquido hasta el medidor, entraba a borbotones y al verlo se me hacía la boca agua.
De camino a casa justo en este pasillo entre las mesas y el restaurante bebía unos sorbos de aquella leche tan fresca y tan sabrosa.
Con el tiempo, desmontaron la máquina y llegaron las botellas de cristal de Agama con tapones de papel de aluminio de color verde o rojo.
Esta lechería o colmado se traspaso a una gente que vino de un pueblo. Eran mayores y tenían un hijo que se llamaba Miguel que tuvo la ocurrencia de vender dentro del mismo colmado, junto a los quesos y las patatas algo tan insólito como máscaras de buceo, escopetas para pesca submarina y patos para nadar. El hombre era aficionado a estos deportes y fue un pionero en vender la marca Nemrod que era mallorquina y fabricaba sus productos en El Molinar, por la zona del Portixol.
En el primer piso vivía Ramón Alcina, un emprendedor del mundo del taxi.
Asoma el morro de un Seat 1500, en este mismo lugar he visto a los taxistas con cubrepolvo y gorra cargar con cáscara de almendra las calderas "Gasógeno" que en los tiempos de posguerra sustituian a la gasolina que era escasa, racionada y cara.
En la punta el toldo es de la tienda de fotografía Casa Planas sucursal de El Terreno. En el piso superior había una biblioteca inglesa que prestaba libros en inglés a los residentes. El letrero "Lending Library" era para nosotros un misterio.
Casa Planas se estrenó regalando una cámara fotográfica a la Tómbola Benéfica que cada año se instalaba en Sa Plaçeta en el mes de septiembre durante las fiestas patronales de la barriada. La tenían expuesta en el centro de la caseta tal como si fuera la Virgen de Lluc.
Yo la miraba extasiado, era metálica, brillante con varios anillos llenos de números y una marca ilegible. Debía ser una Woighlander.
Sigo con la foto...
Arriba, a la derecha, se ven los pinos del bosque de Bellver, mas abajo, el porche o terraza de la casa de veraneo de la familia Juan Anguera. El Sr. Anguera era un prestigioso médico. Con el tiempo esta familia segregó una parte del jardín y lo transformó en locales comerciales de los que vemos la Agencia Viajes Cosmelli y la tienda de modas de señora Odette.
Estas tiendas y la casa de veraneo que disponía de un solar enorme dieron paso a un edificio del que mas vale no acordarse.
Por ultimo, comentar que las sillas que se ven de aluminio y tiras de plástico, sustituyeron a los cómodos sillones de trenzados vegetales. Las mesas, que eran de fundición con tablero de mármol, también desaparecieron en aras de la comodidad de manejo.
La foto con ser antigua no refleja el encanto que tuvo en los primeros años cincuenta del siglo pasado.
Bueno Llorenç, otro día te contaré mas recuerdos de Sa Plaçeta.
Tomeu Bibiloni
Los cambios son tan radicales que no parecen lo mismo. Salut
ResponderEliminarSí Miguel, en una hay vida en la otra esta todo muermo. Una pena.
EliminarSí que hay cambios, pero yo percibo la esencia de la plazoleta. Todo es ahora más ancho, más amplio, no hay farolas ni árboles, pero no sé hasta que punto es más hermosa. Es el cambio de casi cincuenta años, justo lo que he podido cambiar yo, pues yo nací en el 63. Muy intersente el comentario. Un abrazo, Lorenzo.
ResponderEliminarAmigo, no la conociste esa plaza. Antes fué centro de reunión de gentes y comercios y ahora está completamente desangelada. Te aseguro que ya no se parecen en nada.
EliminarUn abrazo y gracias por tu visita.
Se reconoce todavìa algo.
ResponderEliminarLa yashica de dos objetivos!! Yo tuve una!!
Un abrazo.
Hola Gaucho, algo si que tiene, la fisonomía. Pero el alma la perdio hace ya tiempo.
EliminarUn abrazo
Enhorabona. Pensava que una foto no donava per tant, però el teu comentari és genial. Una pregunta, comentaves que Nemrod, la marca de material de busseig era mallorquina. No ho sabia, encara existeix?
ResponderEliminarHola Jaume.
ResponderEliminarNo, la marca Nemrod -yo tuve algunas- ya desapareció. Y el relato no es mio, son los recuerdos de Tomeu Bibiloni que amablemente me envia de vez en cuando a mi cuenta de correo electronico para que los publique. ¡Ojala tuviera yo esa memoria!
Ufff ! amigo Lorenzo !, la de minifaldas que se pasearon por esa plaza en los años 60-70 ! Que pena verla ahora! Para mi es un misterio como esa plaza pudo degenerar en lo que es ahora. El caso merece un estudio sociológico.
ResponderEliminarAsí es. Causa pena que un lugar que fue centro estrellas internacionales y reunión de toda Palma haya acabado como un barrio marginal.
EliminarSALUDOS LORENZO DESDE VENEZUELA .YO VIVI EN EL TERRENO .ESTUDIABA EN EL COLEGIO INMACULADA CONCEPCION .VIVIAMOS EN LA CALLE MARQUES DE LA CENIA N.147EN UNA CASA PRECIOSA QUE SE LLAMABA LA CALETA TENIA UNA VISTA MARAVILLOSA QUE DABA AL PASEO MARITIMO MIS ABUELOS ERAN LOS CUIDADORES DE DICHA CASA RECUERDO MUCHAS COSAS MARAVILLOSAS DE AQUELLA EPOCA Y LA PLAZA GOMILA LA RECORRI JUNTO CON MI HERMANA Y SIEMPRE LLENA DE TURISTAS Y ARTISTAS LO RECUERDO MUY BIEN SE QUE YA NO QUEDA NADA DE LO QUE FUE LASTIMA .GRACIAS POR TU BLOG Y FELICITACIONES .MARGARITA.
EliminarHola Margarita.
EliminarComo bien díce, nada de todo aquello queda. Una verdadera pena, pero parece ser que el progreso mal entendido se ha llevado la belleza de aquellos lugares.
Y muchas gracias por su visita desde Venezuela!
Se reconoce poco de la primera a la segunda foto. Realmente nada.
ResponderEliminarTengo un amigo que se llama Nemrod.
Lorenzo, pásate por el blog, tienes algo
Saludos
Hola doctor.
ResponderEliminarTu lo has dicho, ya no se parecen en nada.
Y ahora paso por tu lugar :-)
La plaza ahora ha cambiado mucho y no conserva ese sabor de que nos habla Tomeu. Parece simplemente un lugar de tránsito, mientras que antes se alzaba como un lugar de esparcimiento para los habitantes del barrio. Diría que ha perdido personalidad. En fin, el mundo cambia y ante eso poco podemos hacer, aunque... ganaría algo que se abriese una cafetería en el local de la esquina con una terraza para recordar los viejos tiempos.
ResponderEliminarSaludos
Amiga Carmen, el barrio esta ya tan mal que que nadie se atreve a abrir negocios. Como bien dices ha perdido completamente la personalidad que una vez tuvo.
ResponderEliminarSaludos.
Late más la vida en la foto antigua que en la moderna, ahora solo parece una calle de paso, la terraza del bar le daba eso...vida. Muy buena la crónica de recuerdos de Tomeu.
ResponderEliminarSaludos.
Asi es amigo, la plaçeta ya no es lo que era. Y las crónicas de Tomeu son casí bibliográficas como vemos.
EliminarSaludos!
Pues si que ha cambiado.
ResponderEliminarsaludos
Hola Paco, bienvenido.
EliminarSí, no se lo puede ni imaginar...
Saludos!
Tenia mas ambiente la antigua plaza, ahora se ve demasiado despejada, las terrazas del café le daba todo un aire mas acogedor.
ResponderEliminarMe han gustado mucho tus explicaciones, yo tan solo recuerdo que pasaban por la casa a vendernos la leche y cogíamos los litros necesarios.
Un abrazo
Es apasionante ver el transcurso del tiempo!
ResponderEliminarYo apenas con 40 años tengo recuerdos de gomila en los 90...
Siempre aprecie en sus rincones el espíritu de un pasado lleno de encantos, pero ahora...devastada, decadente, alquilada. Una noche encontré mi vespino destrozado a manos de unos muchachos que se jactaban mientras esperaban el autobús en la parada, entonces entendí el final inminente de un lugar carente ya de vida.
Pero tambien sé que el terreno volverá a resurgir, que se reabilitaran sus estrechas calles y sus locales y casas serán reformadas. Porque es un lugar de pasó bien conectado y su destino es reinventarse. Un saludo. Charo Oubiña
Hola Llorenç, no sé si saps que la primera foto està feta a Porto Cristo, davant l'edifici de la Duana, on hi havia un pou amb un manxa.
ResponderEliminarEnhorabona pel blog!
Joan
Estupendo análisis de una foto. Echó a faltar un poco de precisión en la ubicación de esa plaza. Ni idea de dónde está (o estaba)...
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