Fue esta la primera linea regular que se estableció allá por el año de 1830  y en adelante entre Mallorca y la península. Ya fue utilizada por Frédéric Chopin y George Sand en su viaje a Valldemossa (Mallorca) con el vapor, "El Mallorquín" en el año de 1838. En la década de 1860 ya existía un correo semanal que salia del puerto a las tres de la tarde para llegar a su destino a las nueve de la mañana. Por el año de 1871, entro en servicio el "Lulio", un vapor de unas 600 toneladas construido en Inglaterra exprofeso para esta linea, la empresa "Marítima a Vapor",   que tardaba unas doce horas en hacer la travesía. Después alternaba con el "Balear"  y el "Bellver"  y a primeros de siglo con el "Miramar".  El "Cataluña"   tardaba casi quince horas. Había cuatro correos semanales que salían del puerto a las seis y media de la tarde.
La travesía de Palma a Barcelona  desde Septiembre hasta las Navidades, era una cosa épica ya que  coincidía con el embarque de los cerdos. El tren arrastrado por siete u  ocho mulas, en vagones descubiertos, atravesaba la ciudad desde la  estación hasta el muelle. El tren no necesitaba de  avisos ni de  estridencia alguna para abrirse paso, los cerdos ya iban avisando para  que los peatones fueran apartándose. Por la tarde realizaba varios  viajes de arriba a abajo. Cada vapor embarcaba de 150 a 200 cerdos bien  cebados.  Se exportaban a  Barcelona más de 30.000 cerdos al año. (Actualmente somos nosotros los  que debemos importarlos de la península y ésta, de la Comunidad  Europea).
Cada cerdo pagaba un  duro -cinco pesetas- lo mismo que un pasajero de tercera. Durante la  travesía y toda la noche, los gorrinos daban señales de vida, por lo  tanto, no había quien durmiera. Pero lo épico del viaje todavía no había  llegado, sería al llegar a Barcelona.
En  el muelle de la Paz, no se admitían cerdos; por lo tanto, el correo  tenia que ir a amarrar en la Barceloneta. Una vez desembarcados, el  vapor se trasladaba al muelle de  Colon; durante este traslado se daba  manguera a todo el vapor y así, un par de horas después, podían  desembarcar los pasajeros.
El Vapor Lulio.  Fue construido en los astilleros de Londres en 1870. Su coste fue de  500.000 pesetas. Perteneció a la Empresa Marítima de Vapor, efectuando dos viajes a Puerto Rico. En 1891 pasó a integrarse  en la flota de la Isleña Marítima y en 1928 fue adquirido por la  Compañía Transmediterránea y convertido en carguero. Era un vapor de lineas muy airosas, con palos y chimeneas en caída, con proa en violín, botalon y bajo el bauprés lucía un hermoso mascaron de proa que actualmente se encuentra en el Museo de Mallorca. Fue desguazado en 1935 tras 65 años de negación.
El Vapor Balear.  Fue construido en el año 1886, en los astilleros de  Glasgow (Inglaterra). Navegó con el nombre de "Princess Maud", bajo  pabellón inglés hasta 1892, en que fue adquirido por armadores  españoles. Navegó durante siete años con el nombre de "Sitjes". En 1900 lo  adquirió la Isleña Marítima recibiendo el nombre de "Balear" y durante  más de treinta años prestó sus servicios de correo marítimo en las  Baleares. Su espaciosa cubierta era idónea para excursiones  marítimas, dando repetidas veces la vuelta a Mallorca o excursiones a  Cabrera. Su última singladura fue de Palma a Mahón, donde fue desgüazado  en 1932.
El Vapor Bellver.  Fué construido  en Glasgow (Inglaterra) con aparejo de bergantín y proa con botalón. Fué  botado en 1879. Considerado como el máximo exponente de la flota balear  durante más de veinte años (entre 1880 y 1904). El Bellver constituía un  fiel reflejo de la época, resultando un notable compendio de modernidad y  belleza de diseño. Con 1.314 toneladas de registro, medía 73 metros de  eslora por 9 de manga y 4'5 de calado. Navegó para las compañias Empresa  Marítima a Vapor e Isleña Marítima, que lo destinaron a cubrir las líneas  regulares entre Baleares y la Península . A lo largo de su dilatada vida marinera se sucedieron dos  embarrancamientos, en la Mola de Andratx y Cabrera, un fuerte temporal, que  estuvo a punto de provocar su hundimiento, y un abordaje por parte de un  paquebote italiano. Sin embargo y merced a su robustez siempre pudo  retornar a puerto, adquiriendo gran popularidad. Fué desguazado en  Mahón en 1934. 
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El vapor  Miramar.  Este vapor, uno  de los más bellos y lujosos de cuantos navegaron con matrícula  balear, fue construido en Italia, en los astilleros Odero (Génova) en  1903, por encargo de la Isleña Marítima. Con 1.750 toneladas de  desplazamiento, medía 81'7 metros de eslora por 11'7 de manga, pudiendo  alcanzar los 15 nudos de velocidad máxima. Desde su entrega, el Miramar  estuvo destinado a la línea Palma-Barcelona. Transformado como carguero  en 1918 y emplazado en servicios de cabotaje en aguas del Cantábrico, el  día 9 de enero de ese mismo año, embarrancó en la ensenada de  Aguillones  (La Coruña), cerca del Cabo Orteal, perdiendo la vida el capitán entre  otras diez víctimas. Algunos supervivientes lograron en mitad de un  fuerte oleaje alcanzar la cercana aldea de Cariño, donde su población  ofreció toda su ayuda al rescate de los náufragos. De este hecho da fe  una lápida conmemorativa existente en aquella localidad ligada desde  entonces a nuestra memoria marítima. 
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El Vapor Cataluña.  Fue construido en 1880 en los Astilleros de Blyth  (Inglaterra), para una empresa catalana. Tenia 77 metros de eslora, 9’5 de  manga y 5’60 de puntal. Fue adquirido en el año 1887 por la Sociedad  Harinera Mallorquina para hacer la ruta Palma-Portocolom-Sette y  Palma-Burdeos-Cardiff. En este tiempo se dedicó al transporte de vino y a  su vuelta traía carbón a la isla. En 1889 fue arrendado a una naviera de  Marsella y desde este puerto efectuó varios  viajes a  Malta, Alejandría, Turquía y Grecia.  En 1893 fue adquirido por la Isleña  Marítima por un importe de 220.000 pesetas de la época, y se dedicó  exclusivamente al transporte de carga. El 17 de noviembre de  1922, naufragó por embarrancamiento cuando se dirigía hacia Villagarcía  de Arosa.
El Vapor Rey Jaime I.  Entre los numerosos vapores alistados por las compañías de navegación  baleares destaca el "Rey Jaime I", buque insignia de la Isleña Marítima  al entrar en servicio en junio de 1911. Construido ese mismo año en los  Astilleros de Dodero de Génova, con un desplazamiento de 4.300  toneladas, medía 93 metros de eslora por 11'5 de manga y 5 de  calado, pudiendo alcanzar una velocidad media de 17 nudos. Dotado del más  moderno confort y elegancia en sus acomodaciones, su alistamiento en la  flota balear supuso un hito en nuestra historia marítima. En sus  comienzos fue destinado como correo rápido en la línea de Barcelona, el  precio de los pasajes era de 30 pesetas en primera clase, 20 pesetas en  segunda y 15 en tercera, no se despachaban cubiertas.  En 1929 fue  sustituido en esta línea por las modernas motonaves "Infante Don Juan" e  "Infante Don Jaime".  Durante la Guerra Civil fue transformado en   crucero auxiliar,  dotándosele de diversas piezas de artillería, y  participó en algunas escaramuzas bélicas en torno al mar balear contra  las unidades gubernamentales de la República.  Entre los años 1953 y 1956  fue sometido a una importante reforma a la vez que se le sustituyó la  alimentación de carbón  por motores Diesel. Cubrió su última  singladura, después de 56 años de servicio, con la travesía de Palma a   Valencia en 1967. Después fue vendido para su inmediato desgüace, por  4.000.000 de pesetas, con lo que concluía su largo servicio.
 El Vapor Rey Jaime II.  Fué construido en los astilleros de Newcastle en  1906 por encargo de la naviera francesa Francinete de Marsella con el  nombre de "Corté" y destinado a la línea Marsella-Córcega. En 1910 fué  adquirido por la Isleña Marítima, que paso a la filial de la  Transmediterránea en 1918. En aquella época era el mas rápido de la  empresa, habiendo conseguido en el transcurso de las pruebas de velocidad  una media de 18'5 nudos. Aparte de su habitual cometido de vapor correo  cabe citar: el rescate de 234 náufragos del "Caledonia", torpedeado en  1916 en aguas próximas a Marsella; su participación, en 1925, en el  desembarco de Alhucemas y en el transcurso de la guerra Civil, que navegó  con los dos bandos contendientes.  En esta foto aparece amarrado en el  puerto de Palma.
El Vapor  Mallorca.   Fue el mayor y último de  los vapores  de las Baleares. Construido por encargo de la Isleña Marítima en los  astilleros Dodero de Génova en 1914, constituía junto con el Jaime I una  unidad de gran prestigio en nuestras aguas. Destinado a la línea  Palma-Barcelona, con sus 3.850 toneladas de desplazamiento y 90'6 metros  de eslora por 11'7 de manga, constituía el tándem de lujo en esta  ruta. Dotado de una máquina de triple expansión impulsada por cuatro  calderas, podía cubrir el servicio entre Palma y la capital catalana en  nueve horas. En 1918 la Isleña Marítima pasó a filial de la  Trasmediterranea, y al igual que el resto de buques correo  mallorquines, vio sustituido su color blanco  por el negro. Con motivo de  la guerra civil de 1936-39, el Mallorca  zarpó en noviembre de 1936  rumbo a el arsenal italiano de la Spezia, bajo el nombre falso de  "Isarco",  artillándolo con un cañón de 120 mm. en la proa y otro  antiaéreo de 76 mm. en la popa más dos ametralladoras pesadas de 13  mm. Realizó diversas misiones al servicio del bando nacional,  como crucero  auxiliar y transporte de tropas.  En 1916 procedió al salvamento de la  tripulación del vapor "Orbok Head",  torpedeado por un submarino.  Entre  1949 y 1956 fue reformado cambiando su silueta. Recuperado para las  líneas de pasaje y carga, continuó surcando nuestras aguas hasta 1973, en  que fue destinado al desguace. A lo largo de sus 59 años de  navegación, sufrió todo tipo de vicisitudes,como dos incendios en el  puerto de Palma (1946 y 1969) y colisiones, de los que siempre, merced a  su proverbial robustez, había salido victorioso. Con el Mallorca se cerró  el último capítulo de la larga historia de los vapores mallorquines.





 

En cada buque hay mucho pasado. Los astilleros ingleses, Alhucemas, Cardiff, la guerra, naufragios... A pesar del vapor sigue siendo la vida en el mar.
ResponderEliminarEs una entrada magistral.
Saludos.
Parece que nos hemos puesto marineros en nuestras dos entradas... La imagen del tren repleto de cerdos hozando titada por mulas es épica, como lo es también imaginarse un viaje con semejantes tripulantes. Menuda peste. Ni el olor del mar podría con tal perfume.
ResponderEliminarSeguro que conoces el famosos jamón de Guijuelo, un pueblo cercano a Béjar. Pues bien, los cerdos se importan de Extremadura.
Saludos
Retablo, la historia de nuestra marina mercante es inmensa, me he dejado mucho en el teclado, hubiera dado para unas cuantas entradas.
ResponderEliminarY sus entradas tampoco son mancas.
Un cordial saludo.
Carmen, tiene razon en la casual marinera de los dos. Y desde luego que conozco los jamones por antonomasia. Lo que quería decir -no se si quedo claro- es que antes Mallorca exportaba cerdos, y ahora debemos importar la mayoria de ellos debido al imparable aumento demográfico que ha sufrido esta isla.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Una autentica historia ilustrada de la navegación.
ResponderEliminarmaravilloso, menuda colección la suya.
Me resultan muy romanticos esos viejos barcos, así como los trenes antiguos.
Feliz dia
Bisous
Gracias Madame por sus palabras. Si le gustan y le parecen romanticos los barcos y trenes creo que le gustara una proxima entrada sobre los viejos tranvias de mi ciudad que tengo preparada.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
Eres un fenomeno...Entretienes muy bien al personal con tus documentales de otras épocas y de variados motivos!!
ResponderEliminarMe gustó ver los distintos transportes marinos y de sus funciones..Se aprende mucho contigo amigo!!
Geniales instántaneas antiguas de ese vapor que hacía la ruta a Barcelona, y genial la descripción de su historia. Seguiré culturizándome en este agradable espacio. Un saludo.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante esta entrada, tan ilustrada en el mundo de la navegacion, y al mismo tiempo,hace que nos hagamos una idea de la odisea que representaba el tener contacto, tanto a nivel mercantil como social, con la península.
ResponderEliminarMuy curioso lo de viajar con los cerdos, yo me imagino que pagaria lo mismo que uno de ellos, teniendo en cuenta mi clase social actual.
Un saludo desde el videoclub.
He aterrizado en este blog y la verdad que me parece muy trabajado y que mira con nostalgia a un pasado que no queda tan lejos , pero todo es tan vertiginoso que lo que sucedió ayer ya se convierte en remoto. Te animo a que sigas recuperando trocitos de historia con nombres y apellidos...
ResponderEliminarAntonio Triguero,y a mi me gusta que me visites de vez en cuando y aprecies mi trabajo.
ResponderEliminarUn saludo amigo.
Paco Hidalgo, agradezco sus palabras, las de un maestro.
ResponderEliminarLe sigo en su blog. Saludos.
Sandra,que bueno leerle por aquí.
ResponderEliminarY si, desde luego cruzar el mar era una odisea en aquellos tiempos.
Y exagera usted con los cochinos, si por mi fuera viajaría gratis donde quisiera.
A ver si coincidimos un dia por el videoclub.
Saludos afectuosos.
Viavicentius, gracias por sus palabras y por hacerse seguidor de este blog.
ResponderEliminarEspero seguir viendole con asiduidad.
Saludos.
Que agradable sorpresa ha sido descubrir su blog. Este artículo sobre los correos entre Palma y la Península ha sido muy interesante y las fotografías de estos barcos, ya desguazados, preciosas. Qué bonitos eran aquellos vapores, aún con palos algunos de ellos. Seguiré atento a sus nuevas publicaciones. Gracias por su visita. Un saludo muy cordial.
ResponderEliminarDesde la terraza, gracias por pasar y comentar. Espero sus visitas de vez en cuando.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
Los tiempos de navegación creo que son los mismo, ya que se que la travesía nocturna sigue durando lo mismo ¿no?
ResponderEliminarDe todos modos, una entrada bien documentada.
Saludos manchegos¡
Me gusta mucho lo que cuentas Lorenzo, yo no conozco la Isla, pero con tus descripciones la voy conociendo poco a poco, aunque posiblemente para octubre vaya a pasar unas vacaciones por ahi.
ResponderEliminarUn saludo
Que entrada tan entrañable y nostálgica. No me ha costado nada imaginar esos vapores, cargados de cerdos o no, navegando por las azules aguas del Mediterráneo.
ResponderEliminarExtraordinarias las imágenes, excelente trabajo.
Saludos
Javier Peralta: De noche parece que no tienen prisa los barcos, todo lo contrario que los de la mañana, al menos los catamaranes de Transmediterranea hacen la travesia en tres horas si el tiempo acompaña.
ResponderEliminarAna Manotas: Gracias, y si ha de venir a la isla le aconsejo la zona norte, es la más bonita y no esta tan masificada y encementada.
Sabor Añejo: Es cierto que puede parecer algo romantico esa travesia, pero no dudo que si pudieran la harían con la comodidades de hoy en dia.
Y quiero agradecer a todos sus comentarios, sabido es que todos seguimos decenas y decenas de blogs, por lo tanto que pierdan algunos minutos en ver el mio y comenten de vez en cuando es un privilegio que agradezco.
Saludos