Nada a cambiado en el puerto de Palma, antes eran la galeretas que esperaban a sus clientes y hoy son los taxis y autobuses, todo para el bienestar y la comodidad de los turistas, para que se lleven un buen recuerdo y que vuelvan, hoy tenemos varios grupos antituristas que lo que hacen es que no quieran volver, y el boca a boca hace mucho daño, por esto tenemos que cuidarlos son los que más ingresos dejan en la isla.
Las necesidades siguen y los tiempos cambian.
ResponderEliminarUn saludo.