27 de mayo de 2012

1ª Exposición de Fotografía Antigua de "FAM"

Cartel del evento

Como ya saben, actualizo este lugar cada vez menos. Ello es porque paso más tiempo en la pagina de Facebook del blog, el cual, hace meses que tiene un éxito inesperado y que ocupa todo mi tiempo. Si además, lo sumamos a la preparación de una exposición de fotografía antigua que tuvo lugar en l'Auba Santa Catalina el 10, 11 y 12 de mayo que realizó quien les escribe -y su socio-, el momento de llegar a publicar es casi inexistente.

Mientras llega la próxima entrada que tratará sobre el primer avión correo que llego a Mallorca y que esta casi ultimada, les dejo para que quede constancia, y para quien pudiera  interesar, un vídeo con las más de 70 fotografías que integraron la 1ª exposición de FAM. Espero que les guste el viajar en el túnel del tiempo.


20 de mayo de 2012

"Los Secretos Inconfesables de Cabrera, vistos por Senovilla"


Cabrera desde el cielo

Hace ya un tiempo que invité a José Antonio Fernandez Senovilla a que "invadiera" este lugar, y cuando ya no le esperaba, apareció con un relato increíble e inconfesable. Y es que Senovilla, es el "Peregrino de la Blogosfera", un peregrino que va de blog en blog dejando su impronta y su visión particular de todo lo que nos rodea en sus magníficos artículos. Visiten su casa y lo entenderán, además, seguro que se quedarán en ella como ya hice yo.


J. A. Fernandez Senovilla
"El Peregrino de la Blogosfera hace ya mucho tiempo que recibió la invitación  de Lorenzo  para tener en este su especial rincón un alojamiento en su viaje por los blogs. Hay rincones que son especialmente complicados ya que la calidad que atesoran en todas y cada una de sus entradas te hacen dudar de tu propia capacidad para estar a la altura de la invitación, así que daremos como siempre lo mejor de uno mismo, eso es lo que hacen siempre los peregrinos cuando en el camino se encuentran con grandes ocasiones para reencontrarse a sí mismos."


La batalla de Bailén
 LOS SECRETOS INCONFESABLES DE CABRERA: 
Corría el año 1.808 era el 19 de Julio y el ejército español asestaba un terrible golpe en la Batalla de Bailén al todo poderoso ejército francés, el General Castaños fue el protagonista de esta gesta en la que debemos destacar que la gran estrategia para conseguir tan conocida victoria no fue otra que ir integrando a los voluntarios en grupos comandados por veteranos y bregados hombres del ejército Real.
Un método que militarmente da orden y mantiene constante la fuerza de unas tropas en principio inexpertas pero que los veteranos y bregados soldados sobrevivientes de otras batallas supieron legar el espíritu militar de lucha y lealtad ante las adversidades a los miles de campesinos que acudían a la llamada de la Independencia sobre el invasor.
Como les decía la victoria fue tan aplastante que cambió el curso de la historia en esta guerra de Independencia, se calcula que el ejército real consiguió apresar a más de 20.000 soldados franceses y esto a pesar de ser todo un triunfo para el General Castaños se convirtió en una pesadilla que terminó siendo la peor Leyenda Negra de nuestra historia y por desgracia acudimos al nacimiento del Primer Campo de Concentración propiamente dicho del que aún hoy en día cada vez que leemos lo acontecido, sin duda alguna, nos da vergüenza nuestro pasado, pero debemos entender el momento y los acontecimientos que en esos días ocurrieron para intentar disculpar de algún modo la crueldad de lo sucedido. Este gran ejército de franceses capturados fueron los responsables del saqueo que recibió Córdoba anteriormente y que la población española no estaba dispuesta a olvidar ya que lo único que sentían ante esos gabachos apresados era odio.

La capitulación de Bailén
 El General Castaños era muy consciente de esa situación y ante el temor de que al enemigo capturado se le siguiera humillando y maltratando dio orden de que todo aquel que tratase mal a los prisioneros de guerra se enfrentaría a un tribunal militar. También este general era consciente de que no se tenían recursos suficientes para mantener a todos los prisioneros, la intendencia necesaria ni estaba disponible y era imposible crearla sin recursos económicos, así que se optó a ofrecer a los franceses el retorno de los apresados con un pacto peculiar y conocido en la época, Cintra, por el cual retornarían a su país estos 20.000 capturados con la promesa de honor de no poder volver a participar en ningún ejército que fuera contra los intereses de España.
Estos prisioneros estuvieron unos días en Sanlúcar de Barrameda en la provincia de Cádiz en espera de una respuesta por parte de Francia que nunca llegó y que obligó al Gobernador de la ciudad a tomar decisiones drásticas.
La situación era complicada, controlar las humillaciones y venganzas de los españoles que no podían olvidar la afrenta de Córdoba, unido a la impotencia de no poder controlar tal cantidad de prisioneros hizo que varios miles de ellos fueran trasladados a diversas capitales de España, los afortunados en este traslado como siempre fueron los soldados de graduación, quedando retenidos en Sanlúcar aún unos 14.000 prisioneros casi todos tropa rasa del ejército vencido.
En aquellos días se tenía que tomar una decisión urgente y se barajaba el traslado a Canarias y Baleares para repartir a los prisioneros, pero se tomó una de las peores decisiones posibles, usar los Pontones como prisión provisional.

Pontones para los prisioneros franceses
 Los Pontones eran barcos de la armada real que servían de cárcel en el puerto para mantener en un punto fijo controlados a los prisioneros, en aquella ocasión se utilizaron El Terrible, El Vencedor, El Argonauta, El Boreas y El Soberano que a pesar de tener cabida para unos 6.000 hombres consiguieron hacinar a los 14.000 prisioneros.
Era verano, el calor insoportable, la humedad irrespirable, la escasez de alimentos notoria y la falta de agua abundante, además debemos incluir que el hacinamiento impedía el aseo y estos prisioneros tenían que convivir con sus orines y excrementos, por lo que las enfermedades comenzaron a cobrarse víctimas tan constantes como que cada día fallecía una media de 10 a 20 prisioneros.
Fueron momentos de sufrimiento para los franceses apresados, pero lo peor aún estaría por llegar, unos tuvieron suerte pues fueron enviados a Canarias pero para los otros se da orden de trasladar a todos a la Isla de Cabrera, un rincón deshabitado desde que finalizó la Reconquista y la piratería de la zona quedó controlada y que en esos momentos serviría de cárcel para los franceses. Son muchas las bajas sufridas en los Pontones por lo que se calcula que a la Isla de Cabrera llegarían entre 9.000 y 10.000 prisioneros para habitar un islote sin posibilidad de escapatoria pero con la ventaja de que no estarían hacinados, pero lo peor aún estaría por llegar.

 Napoleon Ville en Cabrera
 La Isla de Cabrera es un islote de apenas 7 km de largo por 5 de ancho y su nombre proviene de las cabras típicas de aquellos lares, los grandes acantilados son de gran belleza y fue en el año 1.991 declarado Parque Nacional Marítimo Terrestre del Archipiélago de Cabrera, pero en aquellos años en que se convirtió en Campo de Concentración todo esto que les voy a contar será la mayor vergüenza inhumana que aún lastra en nuestra historia de España más reciente.
Los franceses llegaron como pueden ustedes adivinar en unas condiciones lamentables, epidemias, escorbuto, disentería y muchos piojos que gracias a las nuevas condiciones que ofrecía el islote servirían para paliar las incesantes bajas. Pero la isla no daba para tantos hombres hacinados, los recursos eran escasos, el agua dulce no llegaba y el hambre cada vez era más insoportable. España enviaba cada cuatro días escasa comida que consistía esencialmente en habas, pan mohoso y agua, pero no eran muy puntuales ya que además de la escasez de recursos se unían las tormentas por lo que a veces la espera era de más de una semana. Además en una de las ocasiones en las que llegaba el abastecimiento a la isla, un grupo amotinado se lanzó a un asalto fallido pero que trajo como consecuencia que durante muchos meses allí no llegase ningún tipo de provisión o agua potable.

 Mapa con todos los lugares de Cabrera descritos por el soldado francés L.F. Gille. 1808

Los franceses ante todas estas adversidades y quizás por su experiencia militar se fueron organizando como buenamente pudieron, así que crearon su propio hospital que curiosamente estaba a cargo de un médico con rango de oficial que no quiso nunca abandonar a sus hombres cuando le fue ofrecido el traslado y que murió en el islote haciendo lo imposible por salvar vidas.
El hambre que se pasaba es incontable, no se puede narrar ni se puede imaginar, la escasez de la isla obligaba muchas veces a comerse todo lo que en ella había y muchas de las plantas y bulbos que ingerían los prisioneros eran puro veneno que lo que hacía era empeorar la situación.
Pero lejos de hundirse en la situación límite en la que se encontraban estos hombres agudizaron el ingenio y se cuenta que llegaron a hacer una granja de ratas, exquisito manjar que sirvió también para realizar un mercado de intercambio con el agua y las habas, pero aún así no sirvió de mucho pues ya no se recibía el abastecimiento regularmente y hasta las ratas se extinguieron.
El hambre era tal que cuentan que cocían los cinturones y botas para comérselos y que la ropa en jirones servía de condimentos a unas sopas de agua sucia que era el único sustento que podían obtener de un islote que ya no daba más de sí y en el que la agricultura casera era casi un milagro.

El castillo de Cabrera
 Las ruinas del viejo castillo que sirvió en su tiempo para evitar la piratería, en esos momentos fue un gran hospital en el que los más enfermos eran apartados especialmente para evitar las epidemias y que a falta de recursos medicinales se les procuraba la muerte más digna posible.
Los años iban pasando y la población se iba diezmando, ¿cómo era posible que aún siguieran vivos esos franceses? Canibalismo, sí se vieron obligados a practicarlo, no lo hicieron todos pues muchos preferían morir a devorar a un compañero, pero sin duda lo crítico del momento es tan complicado de narrar como real, pero la organización para sobrevivir que se impusieron aquellos hombres fue tan coherente como que castigaban con la muerte a aquellos que mataban para comerse a sus víctimas.
El tiempo pasaba y estos prisioneros habían perdido toda esperanza de salir vivos de esa prisión, las provisiones comenzaban a llegar con más asiduidad pero eran muy escasas y el agua dulce un lujo, la Isla de Cabrera fue todo un infierno en vida para aquellos prisioneros que pone un crespón negro en nuestra historia.
Mientras la guerra seguía en España, la Independencia estaba cercana, muchas victorias en batallas memorables hacía que los prisioneros franceses  cada vez fueran más y la Isla de Cabrera no era un mal lugar para dejarlos olvidados, así que allí fueron llevados casi todos los capturados en el levante.
Eran recibidos por hombres esqueléticos, demacrados, casi zombis vivientes que nada más contarles su futuro en la isla a los recién llegados hizo que muchos optasen por lanzarse al vacío en los acantilados.


El programa "Cuarto Milenio" dedicó un programa a los horrores de Cabrera


2ª parte del programa especial

Las noticias de lo que ocurría en el islote llegaron pronto a las autoridades españolas en forma de denuncia allá por el año 1.812, se cuenta que los ingleses escandalizados hicieron de denunciantes al comprobar in situ la negligencia con la que eran olvidados a su suerte aquellos hombres, se cuenta que observaron como un oficial había vomitado y los prisioneros se lanzaron desesperados a comer del suelo el vómito, todo esto era desolador para España pero la situación no se podía solucionar, la falta de recursos y la negativa de Napoleón para acoger a sus tropas capturadas hizo que hasta 1.814 nada cambiara en el infierno de Cabrera.
Terminada la Guerra, Francia recoge a los supervivientes de aquel Campo de Concentración, no más de 3.500 personas quedaban, hombres deshechos que fueron recibidos malamente en su país por el que habían dado todo, eran los perdedores de una guerra y así fueron tratados por sus propios compatriotas a pesar de que les erigieran un monumento en recuerdo de las miles de víctimas que se llevó la isla.

Monumento a los soldados franceses en Cabrera
 Cabrera es parte de nuestro patrimonio, allí la belleza de la isla hace olvidar a muchos la cantidad de huesos humanos que acoge en sus entrañas y las rocas intentan mostrar aquellas señas que dejaron unos hombres que fueron tratados tan inhumanamente que aún a día de hoy muchos evitan tratar este tema por vergüenza y es que amigos lectores, fue vergonzoso y quizás inevitable por el momento en el que ocurrió, no existe disculpa alguna, simplemente les invito a la reflexión de la historia contada y que mediten sobre lo que el hombre es capaz de hacer con sus semejantes y de lo que el hombre es capaz de hacer para sobrevivir en situaciones límites.

 "Gracias querido amigo por tu acogida y permitirme estar a la altura de tus excelentes y maravillosas entradas que realizas. José Antonio Fernández Senovilla"

No, gracias a ti amigo José Antonio por "invadir" este lugar con tus estupendos articulos. Ojalá no sea la última. Lorenzo Miró

Las fotografías, ilustraciones y vídeos están tomados de Internet


Fotos antiguas de Palma (Bar Mavi, 65 aniversario)

Este video lo realicé en el año 2020 y es inédito en la Red. Fue un regalo de FAM a los antiguos propietarios (lo traspasaron, ahora hay otr...