6 de noviembre de 2011

Fréderic Chopin y George Sand: Su estancia en Valldemossa


Fréderic Chopin                                                                     George Sand (Aurore Dupin)
  
La reunión en el Hotel de France en París
Chopin y Sand se conocieron a finales de 1836 en París, ciudad en la que residían los dos. Ambos habían sido invitados por Franz Liszt y la Condesa d´Agoult a una reunión de amigos en el Hôtel de France. En ese primer encuentro no se cayeron bien. Durante la fiesta, Sand murmuró a una amiga: "Ese señor Chopin ¿es una niña?", mientras que el músico polaco comentó a la salida del hotel: "Esta señora Sand ¿es una mujer?... Estoy por dudarlo". Al cabo de medio año se volvieron a encontrar en otra reunión de amigos, esta vez en casa del propio Chopin. En tal ocasión Sand quedó prendada del polaco al verle tocar junto a Liszt. Al poco tiempo iniciaron una relación que duró ocho años.
 
Maurice Sand
Durante el año 1838, Maurice Sand, hijo de la escritora, había tenido ataques reumáticos. Un matrimonio amigo de la familia, los señores Marliani -él, un político y escritor francés y ella, una española-  conocían la isla de Mallorca y su clima saludable. Ellos dieron la idea a George Sand de que el suave clima de la isla y sus bellos parajes proporcionarían un agradable invierno a Maurice. Sus también amigos el ministro español Mendizábal y el músico Francisco Frontera, natural de Valldemossa y residente en París, elogiaron asimismo la isla y animaron a la pareja a visitarla. En aquella época, Chopin ya tenía síntomas de su enfermedad, la tuberculosis, aunque todavía no se la habían diagnosticado. Comentó a su médico, el señor Gaubert, la posibilidad de pasar el invierno en Mallorca, idea que gustó mucho al doctor. De esta manera, Frédéric Chopin, George Sand y los dos hijos de Sand, Maurice y Solange, decidieron pasar el invierno en la isla. Tras aguardar unos días en Barcelona, zarparon hacia Mallorca y el día 8 de noviembre de 1838, arribaron al puerto de Palma a bordo de el vapor El Mallorquín, conocido como "es Pagés" por representar su mascarón de proa "un payés vestit a l´ampla".

Grabado con panorámica de la torre de señales y el Mallorquín entrando en la bahía de Palma
Son Vent, dibujado por Maurice
 Los dos primeros días se alojaron en un vetusto hostal que daba a la calle del Mar, luego huyeron del estruendo de los martillazos que producían los boteros a pie de calle. Les acogió unos días el cónsul francés, Pierre-Hippolyte Fluir, en su propia casa de Palma, hasta que consiguieron alquilar Son Vent, una finca a las afueras de la ciudad, en el incipiente barrio de Establiments. Allí les tocó vivir unas tres semanas de días soleados, agradables, de paseos campestres por los alrededores de la comarca. Parecía que habían acertado con su decisión de venir a Mallorca. Todo se empezó a torcer cuando apareció el mal tiempo, a principios de diciembre. La lluvia, los fuertes vientos y el frío húmedo empezaron a intensificarse. Todo ello hizo redoblar la insistente tos de Chopin, que no tardó en caer enfermo. Le visitaron tres médicos: el doctor Pere Josep Arabí, el doctor Miquel Oleo y el doctor Fiol. Enseguida, estos medicos mallorquines, le diagnosticaron tuberculosis. La noticia corrió como la pólvora, llegando a oídos del propietario de Son Vent, el cual pidió a sus inquilinos que abandonasen la finca para, una vez deshabitada, proceder a su desinfección blanqueando las paredes con cal.

El camino a la Cartuja de Valldemossa. Grabado de Gustav Sagur (Siglo XIX)
 Ante esta situación, Chopin, Sand y sus dos hijos tuvieron que volver a abusar de la hospitalidad del cónsul francés. Allí pasaron varios días. Fue entonces cuando decidieron organizar una excursión a Valldemossa. Allí descubrieron el bello Monasterio de la Cartuja. Los monjes cartujos lo habían abandonado por la fuerza tres años antes. Cuando Chopin y George Sand entraron en el cenobio lo pudieron contemplar tal cual los monjes lo habían dejado, incluso los cirios de la iglesia estaban a medio consumir. Valldemossa les gustó. Tanto es así, que ese mismo día acordaron alquilar algunas dependencias de la Cartuja. El 15 de diciembre se instalaron.

La celda de Chopin en la Cartuja de Valldemossa
  El tiempo no mejoró y al estar en Valldemossa notaron con más crudeza el invierno que, además, ese año no dio tregua. Chopin, frágil y cada vez más enfermo, prácticamente no salió de los muros cartujanos. Allí permanecerían hasta el 12 de febrero, momento en que volverían a Palma para, al día siguiente, regresar a Barcelona de nuevo en es Pagès. La situación de George Sand fue bastante complicada: tuvo que hacer de enfermera, secretaria, gobernanta, madre... Si a esta situación se le añade su carácter difícil y sus costumbres forjadas en los ambientes burgueses parisinos (vestir con pantalones, fumar en público, pasear sola por la noche, convivir con un hombre que no era su marido...), que chocaban frontalmente con las costumbres de Mallorca, ello puede explicar, en parte, la tremenda diatriba contra los habitantes de la isla que dejó plasmado en su libro "Un Hiver à Majorque". Diatriba que consiguió sacar de sus casillas, haciéndole perder los papeles, a un jovencísimo José María Quadrado, quien dejó para la posteridad el famoso artículo... A Jorge Sand: "Vindicación", publicado en el semanario La Palma (1841): "Jorge Sand es la mas immoral de los escritores y Madame Dudevant [es decir, la misma George Sand] la mas inmunda de las mugeres".

Vista general de la Cartuja de Valldemossa en una postal de 1920
  Todo esto ya es historia y al releer todos estos comentarios únicamente nos provoca una leve sonrisa. No sería justo resaltar exclusivamente estos aspectos, pues la estancia de Chopin y Sand significó muchas más cosas. A la escritora, vivir en la Cartuja le supuso poder inspirarse y escribir su novela Spiridión, mientras que Chopin, desde su celda, resguardado de la intensa lluvia, frágil, casi sin fuerzas, compuso la mayoría de sus Preludios, la Polonesa en Do menor, op. de 40, o la Mazurca en Mi menor, op. 41 nº 2, entre otras composiciones. Por todo esto, Frédéric Chopin y George Sand quedarán siempre ligados a Valldemossa, al estrépito de su lluvia golpeando sus tejados, a sus empedradas calles tapizadas con hojas de plataneros, a la austeridad vestida de cal… ¡Escuchen! ¿no lo oyen?...es el Preludio en Mi menor, op. 28 número 4.

Denle al play...¿Que esperan?

La Cartuja de Valldemossa en la actualidad. La foto esta tomada de internet.


Y de regalo, un Parado de Valldemossa



Bibliografía:
Bartomeu Bestard (Cronista Oficial de Palma)

18 comentarios:

  1. Precioso post, Lorenzo, he estado en Mallorca varias veces y en la cartuja, la isla toda es una maravilla, las covas de Artá, del Drac, he comprado perlas para mí, y muchas amistades, en Porto Cristo, tango muchas fotos muy jovencita, en fín...En la Plaza Gomila, el TITOS,las discotecas que habían, un sitio muy grande, que hacían barbacoas, no se si existirán
    todavía, había un Pub musical de sara Montiel, allí la ví, no se si era suyo, y tengo un autógrafo dedicado por ella y publicado en mi blog, estaba hospedada en el Jaime III, y alquilé un coche y a recorrer la isla, la catedral es preciosa, y sabrás que le encargaron a Antoni Gaudí, unos murales y no le pagaron...En fin las playas son una maravilla el agua cristalina de un azul transparente, el interior más, soy de montaña más que de playas,pero los grabados y las fotos que nos has puesto son fantásticas, muchas gracias por compartirlas con nosotr@s, abrazos.

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  2. Gran repaso a las relaciones de amistad y amor entre el insigne compositor Chopin y la escritora George Sand, que tuvieron su nido de amor en la isla de Mallorca. Recuerdo en mi viaje de boda por la isla, la visita a la Cartuja de Valldemosa (ha llovido algo), uno de los lugares más bonito y románticos que he visitado. Me ha alegrado recordar el lugar con alguna de las fotos que has colgado. Un fuerte abrazo, Lorenzo.

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  3. Esto sucede que la primera impresión con una persona es mala y luego sale lo mejor de la amistad.
    Veo que la vida de George Sand le resultó complicada en muchas situaciones tuviendo que ejercitar varias funciones de las que no estaba acostumbrada.
    Mallorca un lugar bonito y bueno para el reposo.
    Un abrazo y feliz domingo

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  4. Monsieur, encantadora entrada hoy, acompañada de buena música.

    Impresiona darse cuenta de lo mucho que se temía por entonces a la tuberculosis. No es de extrañar, siendo causa de tanta mortandad, pero el detalle de tener que abandonar de inmediato la casa para pasar a desinfectarla con cal me parece puro pánico.

    Feliz domingo

    Bisous

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  5. Un excelente artículo sobre la famosa estancia de la pareja en Mallorca. Música y literatura juntas en Valldemosa. Un abrazo Lorenzo.

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  6. Hola Lorenzo:

    No sé como sería el celo médico de entonces, pero no muy bien debió caerles la noticia del diagnóstico de la tuberculosis a los médicos franceses...

    La foto de La Cartuja es fantástica.

    Saludos Lorenzo

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  7. Buen post Lorenzo. Una bonita historia que han aprovechado algunos espabilados hacer dinero - Los jueces prohíben la publicidad engañosa sobre Chopin, su piano y sus celdas en Mallorca
    http://www.elpais.com/articulo/cultura/jueces/prohiben/publicidad/enganosa/Chopin/piano/celdas/Mallorca/elpepucul/20111019elpepucul_11/Tes

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  8. Los amores reñidos son los más queridos¡¡¡ Buen post, con música e imágenes. La frase de los dos al momento de conocerse, únicas.
    Saludos¡¡¡

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  9. Una pareja de película, sin duda alguna. Y nos parece aún mas cercana si pensamos que vivieron en Mallorca por un tiempo. Mis padres, que estuvieron en Valldemosa hace unos años, me hablaron de su belleza y recogimiento, de la tranquilidad y sosiego que aportaban al espíritu esos muros, muros en los que, desde la mente de Chopin, resvalaban las notas de su piano; muros en los que chocaban las palabras surgidas de la pluma de Jorge Sand.
    Saludos

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  10. Mª TRINIDAD:
    Muchas gracias. Me alegra ver que te trae gratos recuerdos.
    Solo existe el TITO'S, todo lo demas se ha ido al garete. El Terreno ya no es ni la sombra de lo que fue.
    Desconozco si todavia existe ese club. Pero vamos, Sarita hace ya tiempo que no vive en la isla. Y si, ya sabía lo de Gaudi. Hizo un trabajo magnifico en el interior de la Catedral.
    Besos y abrazos.


    ¿Usted también fue de los que hizo la luna de miel en Mallorca eh?
    Viendo como es, uno es facíl imaginarse que paraje tan bello y hermoso encontraron los "tortolitos" en su primera visita.
    Un abrazo.


    MARI-PI-R:
    Cuanta razón tiene. No hay que irse muy lejos. Mi mujer y yo cuando nos conocimos hace ya muchos lustros nos caímos fatal y sin ganas de repetir conversación, ya ve usted como cambian las cosas.


    LA DAME MASQUÉE:
    Siempre que pueda pondre musiquita, queda muy bien. Y lo de la tuberculosis! Imagine que la gente se moría de un catarro, asi que de tuberculosis, que miedo!
    Besos

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  11. MIGUEL:
    Al natural es mucho más hermosa La Cartuja ;-)


    DESDELATERRAZA:
    Me satisface que le guste amigo. Y con una entrada dedicada a un musico, como no poner banda sonora...


    MANUEL:
    Si, a la vuelta supongo que les cantaría las cuarenta a los médicos franceses por no haber diagnosticado antes la enfermedad. Pero vamos, no creo que tuviera cura en aquellos años...


    Buen aporte Jaume, que redondea un poco más lo que paso en esa Cartuja años despues...


    DON FRANCISCO JAVIER:
    CIertamente, aquellos primeros años Chopin era un poco apocado, y la señora Dudevant, una echada "palante". Una mezcla que no se sabía como saldría...


    DOÑA CARMEN:
    Si le parecieron tranquilos aquellos muros a sus padres, imagine lo que debío sentir la parejita hace ya más de 170 años. Un recogimiento monacal.

    Gracias a todos por pasar amigos!

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  12. Justo me encuentro este post en su maravilloso blog, cuando me encuentro leyendo el polémico libro "Un invierno en Mallorca".... la señora Sand era una parisina demasiado adelantada a su época, y supongo que la sociedad mallorquina no estaba preparada para tanta modernidad, más aún en un pequeño pueblo como Valldemossa. De todas formas, y aunque siempre queremos defender lo nuestro, he encontrado en este relato algunas pinceladas del carácter balear que me han resultado familiares, y que en el fondo no están del todo desencaminadas.
    Y aprovechando que estoy leyendo el libro, esta semana quise visitar La Cartuja junto a unos amigos, y me pareció escandaloso tener que pagar 8,50 € por persona... más que escandaloso, me pareció un robo!!....
    Y por último felicitarle por su trabajo en este interesante blog.

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  13. Hola Carmen.
    Gracias pos sus palabras.
    No se si pasará por aquí otra vez. Si así fuera tengo una recomendación para usted, y es la lectura del libro de Juan Cortada: Viaje a Mallorca en el estío de 1845.
    Es la otra visión más amable de los mallorquines, ante la que hizo George Sand. Le dejo dos enlaces...

    http://www.miquelfonteditor.byethost24.com/llibres/21003es.html

    *

    http://bibliotecadigitalhispanica.bne.es/view/action/singleViewer.do?dvs=1323026724952~344&locale=es_ES&VIEWER_URL=/view/action/singleViewer.do?&DELIVERY_RULE_ID=10&frameId=1&usePid1=true&usePid2=true

    Este último es la versión digitalizada por la Biblioteca Digital Hispánica que puede descargarse o leerse en el ordenador.

    Saludos y muchas gracias.

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  14. Muchísimas gracias D. Lorenzo, gracias por facilitarme estos enlaces, ya he descargado la versión digitalizada, y espero iniciar en breve su lectura, y gracias también por su recomendación, porque estoy segura de que cambiará totalmente, la visión distorsionada que estoy teniendo al leer la novela de George Sand, y que quitará este mal sabor de boca.
    Una vez más, mi más sinceras felicitaciones por el trabajo que realiza es este blog, así como las actualizaciones en su página de Facebook.
    Saludos,
    Carmen Fernández Garrido

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  15. Gracias a usted por leerme Carmen. Y ya vera como le gusta el libro de Juan Cortada. Su lectura es muy amena y su prosa excelente.

    Y ahora ya se quien es y le puedo poner cara al decirme su apellido y mentar la pagina de Facebook. ;-)
    Saludos!

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  16. Solo quiero comentar que la fotografia no es de la Cartuja, sino de la iglesia parroquial de San Bartolomé, aunque no es menos hermosa la imagen de la parte baja del pueblo, de hecho es su nucleo antiguo sobre el que fue ampliándose el pueblo actual. Esta iglesia habia sido en su origen la mezquita en la época previa a la invasión armada catalano-aragonesa bajo el mando de Jaume I y a su alrededor estaba el pequeño pueblo. Posteriormente el rey Jaume II construyó el Palau, llamado del Rei Sanç, su hijo, posteriormente cedido a la comunidad cartujana donde habitaron hasta la construcción de la actual Cartuja. Inacabada por afectarles la reforma de Mendizabal y desalojarlos de alli por orden y gracia del gobierno central. Desde entonces, se podria decir que no han mejorado una sola piedra del momumento. ASi se escribe la historia.
    saludos, Enric Calafell

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